Es doctrina segura: Si morimos con él, viviremos con él. Si perseveramos, reinaremos con él. Si lo negamos, también él nos negará. Si somos infieles, él permanece fiel, porque no puede negarse a sí mismo. 2Tm 2,8-13

La vida del creyente esta llena de retos difíciles , muchas veces tenemos que sufrir el abandono de personas que amamos porque no están dispuestas a ser fieles a los preceptos que nos dio el Señor; somos juzgados por nuestra fe y hasta ponemos en riesgo nuestra vida; rechazamos posiciones donde se pueda ver comprometida nuestra integridad o no nos promueven por ello; estamos muriendo con Cristo en todo momento en que el mundo nos rechaza por seguir la voluntad de Dios, pero la recompensa vale todo el sufrimiento por el que podamos pasar porque nada de lo que podamos disfrutar en esta tierra se compara con la eternidad en presencia de Dios.
El Señor es fiel y su palabra es eterna, si permite lo que estas viviendo en este momento es porque tiene un fin mejor. Analiza primero si estás en pecado, si hay alguna actitud que no le agrade y debas trabajar , actúa en consecuencia acercándote la sacramento de la reconciliación o a dirección espiritual. No te quedes solo(a) con tu problema, acércate a la iglesia, a la comunidad, siempre encontrarás un hermano dispuesto a ayudarte aunque sea sólo escuchándote. La soledad no es buena consejera. Hay una gran cantidad de suicidios hoy en día porque la gente se queda dándole vueltas a un problema que cree que no tiene solución, pero en Cristo siempre tenemos esperanza porque El nos prometio que estará con nosotros todos los días hasta el fin de los tiempos y aunque le fallemos, El permanece fiel, pues no puede negarse a sí mismo. Ánimo! la victoria es para el que persevera!

" Señor, muchas veces no entiendo lo que me pasa, me cuesta aceptar mi realidad pero se que Tu nunca me abandonas, dame la fortaleza, la paz y todo lo necesario para enfrentar las dificultades y cuando terminen enséñame a ser agradecido contigo en todo momento, porque Tu eres mi esperanza y sólo en ti descansa mi alma. Amén "

¨Cuando hayan comido y vivan bien en sus casas, no se llenen de orgullo ni se olviden de Dios quien los sacó de Egipto.¨Dt.8:12-14

Esta mañana me desperté molesta porque era sábado y mi esposo no había apagado la alarma por lo que ya a las 5:30 am estaba de pie en uno de los pocos días que puedo dormir hasta más tarde. Sin embargo, me puse a orar con la liturgia de las horas y las lecturas del día y me di cuenta de que hoy celebramos las témporas, tiempos de acción de gracias y petición al Señor, así que aproveché y me preparé para ir a misa. Cuando estaba en la celebración le di muchas gracias a Dios porque mi esposo dejó la alarma encendida y me pude gozar en su banquete pues la iglesia estaba llena de su presencia y de su amor. Dios utiliza las circunstancias para hablarnos y depende de nuestra apertura que le escuchemos o no.

Ya meditando en las lecturas, me impactó mucho el tema del agradecimiento, lo fácil que es orar cuando tenemos problemas. Dios nos escucha siempre pero cuando responde muchas veces olvidamos mantenernos en esa misma vía de comunicación. Nos acomodamos y como dice la lectura como estamos bien nos olvidamos de agradecer a Aquel que nos ha permitido tener las bendiciones de las que gozamos. Seamos agradecidos!

¨Gracias, Señor, por las tribulaciones y problemas que me ayudan a acercarme a ti, pero más aún quiero darte gracias hoy por tantas oraciones contestadas. Por todo lo que haces por mi y mi familia diariamente aún sin yo pedirtelo. Gracias por poner en mi corazón el deseo de buscarte y por darme las fuerzas para seguirte. Amen¨

"El amor es paciente, afable; no tiene envidia; no presume ni se engríe; no es mal educado ni egoísta; no se irrita; no lleva cuentas del mal; no se alegra de la injusticia, sino que goza con la verdad." 1 Cor 12, 31-13, 13

Todos decimos que amamos pero si meditamos en este pasaje con la debida profundidad nos daremos cuenta de que en realidad cuando se trata del amor la mayoría estamos en pañales. Cuánto nos desesperamos con los que amamos, olvidamos muchas veces las normas más sencillas de etiqueta cuando tratamos a nuestros familiares, cosas que nunca dejaríamos a un lado con nuestro jefe o algún amigo. En fin, no sabemos amar porque no hacemos el esfuerzo suficiente de imitar a Cristo.

Pongamos en las manos del Amor, Dios es quien nos enseña a amar porque lo poco que sabemos es lo poco que hemos permitido que nos enseñe. En la medida que Dios crezca en nosotros podremos amar a los demás como El nos ama. Cuántas familias están hoy desechas por la falta de amor entre sus cónyuges, cuántos hijos tristes y deprimidos...

Dejemos que nuestro Padre venga en nuestra ayuda y con Jesús nos muestre el camino verdadero del amor.

"Tanto amó Dios al mundo que envió a su Hijo único para que quién crea en El tenga vida eterna...gracias, Padre porque me amaste a mí, soy la niña de tus ojos, enseñame a amar como Tú me amas, ya no quiero vivir a medias sino en la plenitud que sólo Tú puedes darme. Amen"