He aquí el mejor negocio que se nos puede presentar, dejamos lo que tenemos y recibiremos cien veces más, además de la vida eterna. ¿Qué más podemos pedir?
Nada de lo que hay en este mundo puede darnos la felicidad eterna, ni la eternidad con Dios, sólo Jesús puede preparnos habitaciones en la casa de su Padre.
Parece que muchos se conforman con obtener las mejores habitaciones aquí en la tierra y olvidan que aquí sólo durarán con suerte cerca de un siglo. Con Jesús no hay fin, entonces por qué seguir empeñados por lo que no nos puede salvar. El dijo que estaría con nosotros y así como en el pasado le dió la victoria a hombres que lógicamente no tenían ninguna probabilidad así mismo nos la dará a nosotros si comenzamos a confiar en El pero de verdad.
Como le pidió a Abraham que sacrificara a su hijo así mismo te pide hoy a ti, que sacrifiques lo que te aleja de El, lo que sabes que no le agrada y tanto te gusta hacer, El proveerá para ti un cabrito que te permitirá hacer un sacrificio de alabanza. No lo dudes, El está firmemente interesado en ti, o único que tienes que hacer es ponerlo a El en primer lugar.
"Señor, que nada esté primero que tú, que el miedo ni el desaliento me impidan ver que tú estás en medio de mi vida y me darás la victoria sin importar cuán terribles sean las circunstancias porque tú y yo somos mayoría aplastante siempre. Amén"
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