Decir estas palabras es más fácil que cumplirlas, el pueblo de Israel solía adorar con los labios pero su comportamiento era contrario a lo que Dios les había ordenado. Conservaban dioses extraños con ellos y por eso Josué les retaba a elegir un camino porque no podían seguir divididos. Josué estaba claro en cuál era su Dios y por eso permanecía firme, ellos podían servir a quienes quisieran pero él y su familia seguirían al Señor.
De igual manera hoy nosotros debemos elegir, no frente a ídolos de madera o imagenes, ahora la idolatría es mucho más sutil,elegir debemos frente al trabajar demasiado, comer, comprar, beber todo en exceso sin medida, todo lo que nos controla, todo lo que nos aparta de Dios porque necesitamos hacer o ingerir algo más, es un ídolo que debemos sacar de una vez y para siempre de nuestras vidas.
Si queremos ser ovejas del rebaño del Señor, debemos estar claros en nuestras prioridades y elegir al Señor siempre y en todo momento, pensar y meditar su palabra día y noche, practicándola y retomando el camino cuando nos desviemos de él.
No es sencillo porque hasta de personas muy queridas tendremos que alejarnos muchas veces para poder seguir el camino que nuestro Padre ha trazado para nosotros, pero sin importar lo difícil que sea la situación, el Señor nos librará siempre y saldremos victoriosos, porque el que está en nosotros es mayor que el que está en el mundo.
"Padre amado, quiero que seas mi único Dios, el dueño de mi vida y mis deseos, abre mis ojos para hacerme consciente de cualquier cosa, persona o actitud que sea un ídolo para mí y la fuerza para sacarlo de mi vida, pues quiero servirte a ti y sólo a ti por siempre. Amén"
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