"... ni criatura alguna podrá apartarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús, Señor nuestro." Rm 8,35.37-39

El amor del Padre es perfecto, incondicional, siempre está preocupado por nosotros. Siempre pendiente de nuestras necesidades, nos ama más allá de todo entendimiento. Por eso no debemos desesperarnos en las dificultades porque en todo saldremos vencedores por medio de Cristo, que nos ama como nos ama el Padre, hasta el extremo.
Todo buen padre quiere el bien de sus hijos dedica toda su vida a educar y proteger a aquellos que ama, muchas veces anteponiendo sus necesidades a las suyas propias. Recuerdo que mi padre trabajaba tres turnos para poder pagar los gastos y gracias a su esfuerzo y el de mi madre pude estudiar en un buen colegio e ir a una buena universidad. Su ejemplo y su apoyo siempre me han inspirado a dar lo mejor de mi, trabajar con excelencia y responsabilidad en todo lo que me corresponde. Gracias al amor de mi padre terrenal no me fue difícil conocer a mi Padre celestial y sentirlo cercano. Sé que si mi padre humano con tantas limitaciones pudo hacer tantas cosas por mi y las sigue haciendo, cuánto más no hará Dios que es dueño de lo imposible.
En verdad, el amor de Dios es muy especial y debe darnos la seguridad que conocemos los que hemos recibido el amor de padres humanos, porque es aún mayor.
"Gracias, Padre, porque no importa lo que haga, si me lo merezco o no, tú me amas sin medida, gracias por mi padre terrenal que con su entrega me recuerda lo mucho que me amas tú. Te pido por todos los hombres que tienen la dicha de ser padres para que puedan seguir el ejemplo de amor que eres tú y no le sea difícil comprender a ningún ser humano que en verdad, nada los podrá separar de tu amor.Amén"

"Que Dios nos bendiga; que le teman hasta los confines del orbe." Sal 66

Cuando actuamos con temor a Dios El nos da su bendición. No es un temor de miedo por su castigo sino de respeto por amor a El. No ofender a un Padre tan bueno y amoroso debe ser la vara con la que midamos nuestras acciones.

Qué el Señor nos dé la gracia de hacer siempre su voluntad, porque cuando hacemos las cosas bien, contamos con el favor de Dios que nunca abandona a sus hijos, porque nadie nos ama como El ni nos cuidará mejor que El.


"Bendícenos, Señor, que te teman todos los pueblos y den gloria a tu Nombre. Amen"

"Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor ha llegado en nosotros a su plenitud. " 1Jn 4,7-16

Necesitamos aprender a amar como Jesús nos amó, hasta el extremo y sin condiciones. Nuestro amor humano es limitado, condicionado y egoísta. Sólo damos lo que esperamos recibir y nos molesta mucho el no ser correspondidos como queremos.

Amar como Dios nos ama significa que no importa lo que el amado haga, siempre estaremos dispuestos a perdonar sus faltas y olvidaremos lo que nos hizo. Significa que estaremos dispuestos a hacer grandes sacrificios por el amado.

Revisemos nuestra manera de amar a nuestra pareja, a nuestros amigos y familiares, descubramos las semillas de egoísmo que hay en nuestro amor y saquemos-las con la ayuda de Jesús para que se manifieste El en nosotros a plenitud.

"Amado mío, quiero aprender a amar a los demás como tú me amas a mí, enseñame Dios mío pues me cuesta darme sin pedir nada a cambio. Ayúdame a no confundir este amor con relaciones que no me convienen y que me degradan como ser humano sino a amarme primero de forma que en verdad ame al prójimo como a mí mismo. Amen"

"Cuando la nube se alzaba del santuario, los israelitas levantaban el campamento, en todas las etapas." Ex 40,16-21.34-38

Los israelitas mientras estaban en el desierto caminando hacia la tierra prometida, sólo se movían cuando el Señor así lo indicaba. De esa misma manera, debemos actuar nosotros, buscando siempre la guía de Dios en cada paso que vayamos a dar.

El discernimiento es la clave para saber si estamos tomando la dirección correcta o no. Pidamos al Señor que nos envíe sus dones, en especial el discernimiento para saber cuál camino seguir y cuándo.

"Señor, ayúdame a no tomar ninguna decisión sin que tú me des tu consentimiento, no quiero seguir llevando yo el timón de mi barca pues seguro me hundiría, abre mis oídos y mi corazón para hacer las cosas a tu manera siempre. Amén"

"Los israelitas veían la piel de su cara radiante..." Ex 34, 29-35

La oración debe hacernos salir con la cara radiante al igual que Moisés. Al contemplar a Dios, nos llenamos de alegría, de paz, de esperanza y nos vemos diferentes para los demás. Alejados del estrés del diario vivir, abandonados en los brazos del Padre,con un gozo que nadie nos puede quitar.
Saquemos el tiempo para orar, para contemplar los misterios de la vida de Jesús a través del Santo Rosario, los sacramentos pero no como el que quiere salir del paso como muchas veces hacemos, sino como quien visita a un amigo muy querido y quiere estar a su lado para saber cómo está, para compartir penas y alegrías o simplemente para sentir su compañía en silencio porque entre buenos amigos, no siempre hacen falta las palabras.
"Oh, Dios, dame un corazón de adorador, uno que se regocije al hablar contigo como lo hace una novia con su novio, que solo necesite tu presencia para estar feliz y sentirme segura en tus brazos porque sé que me amas. Que mi oración se note desde mi cara hasta mi vida. Amen"

"Ven y verás." Jn 1,45-51

Es maravilloso como dos palabras tan cortas encierran un descubrimiento tan importante como conocer a Jesús, al Mesías. Felipe no podía callarse esta verdad y le contó a Natanael, Natanael por su parte estaba prejuiciado por el lugar de donde procedía Jesús y si no es por estas dos palabras probablemente no se hubiese molestado en verificar lo que Felipe le había dicho.
A Jesús no se le puede conocer de referencia, hay que comprobar su existencia a través de una experiencia personal, esto hay que vivirlo y no solo oírlo.
Ven y verás que Jesús es real, que te ama y que quiere lo mejor para ti. Ven y verás que sus planes son mejores que los tuyos, a pesar de que no siempre los puedas comprender. Ven y verás cuán bueno es el Señor.
"Amado Dios, quiero que todos vengan y te vean, que te conozcan y puedan sentir tu paz y tu amor que no tiene entendimiento. Quiero ser el Felipe que lleve a otros a conocerte y a creer en ti. Amen"

Igual que el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos." Mt 20,20-28

El servicio es la manera en la que demostramos cuánto amamos a Jesús. Pues significa que le estamos imitando y esto no sólo se refleja cuando tenemos un ministerio sino cuando lo hacemos con los que están más cerca de nosotros en el diario vivir.
A veces nos resulta más fácil tratar bien a aquellas personas súper necesitadas, sin casa ni comida, o a los extraños que ministramos que a nuestros padres,hermanos, esposos e hijos.
Pareciera que la confianza y el trato cotidiano nos hace insensibles a las necesidades de nuestro prójimo más próximo. Volvamos la mirada hacia cada una de esas personas de nuestra familia o compañeros de trabajo, que necesitan de nosotros, de nuestro servicio y no ignoremos sus necesidades porque ellos también son importantes para el reino de Dios.
La madre Teresa de Calcuta decía que la caridad comienza por casa y es una gran verdad porque de nada nos sirve atender a los de fuera si los de adentro están mal, nuestro testimonio no es verdadero porque la caridad es para todos, no es selectiva.
"Señor, ayúdame a no ser indiferente a las necesidades de mis familiares, al contrario que pueda yo dentro de mis posibilidades ser el canal de bendición que los lleve a ti, que a través de mi entrega hacia ellos pueda dar testimonio tuyo porque el que ama hace grandes sacrificios por el amado.Enseñame a amarlos como los amas tú. Amen"

"[...]vende todo lo que tiene y compra el campo." Mt 13,44-52

El reino de Dios es el propósito de nuestras vidas, para lo que fuimos hechos con un alma eterna. Cuando nos encontramos con Cristo vivo cara a cara, todo lo demás pierde importancia y todo lo que hacemos es por El y para El.
Vender todo lo que se tiene para comprar el campo significa dejar atrás nuestro egoísmo, nuestra agenda y permitir que El sea el que tenga el control verdadero y total de nuestras vidas. Hay muchos que se dicen llamar cristianos pero en realidad solo dedican el tiempo que les sobra a las obras de Dios y su vida fuera de la Iglesia es exactamente igual que las de otras personas que no le conocen a El. Olvidan que esto no es cuestión de un día a la semana sino de cada instante y cada momento, son la cizaña en medio del trigo, metiéndose en todo sin colaborar en nada, se olvidan que aunque engañen al resto del mundo no pueden engañar a Dios.
Es tiempo de revisar nuestra vida y mirar si estamos vendiendo todo lo que tenemos para comprar el campo, no sólo diciendo que lo vamos comprar sino en verdad dejando todo atrás por el reino de lo cielos.
"Señor, dame la sabiduría necesaria para saber siempre actuar conforme a tu voluntad, mi deseo es vivir en tu reino y para eso debo aprender a actuar como Jesús siempre y en todo momento, esa es mi prioridad uno, pero necesito de una efusión constante de tu Santo Espíritu para llegar a mi meta. Amen"

"Haremos todo lo que manda el Señor y lo obedeceremos." Ex 24,3-8

El Señor, quiere obediencia más que sacrificios, pues nada hacemos con darnos golpes en el pecho si nuestra vida no se corresponde a lo que El quiere de nosotros, que cumplamos sus mandamientos.
Dios es fiel, El cumple sus promesas y nos prometió que si cumplíamos sus preceptos tendríamos éxito en todo, por eso cuando vienen las pruebas lo primero que debemos revisar es si estamos fallándole al Señor, pues como el pueblo de Israel Dios nos suelta a nuestros deseos malos cuando no hacemos lo que le agrada a El.
Por suerte nuestro Padre es también compasivo y misericordioso lo que inmediatamente lo mueve a salvarnos desde que invocamos su Nombre arrepentidos, aún tengamos que pagar las consecuencias de nuestros actos.
Nosotros podemos ser mejores hoy de lo que fuimos ayer, demostremos a este mundo que somos tierra buena, seamos buenos ciudadanos, esposos, padres, hijos, hermanos, compañeros, etc. Dondequiera que vayamos pongamos el nombre del Señor en alto, con nuestras acciones, creando así un sacrificio de alabanza para El.
"Señor, mi mejor sacrificio es obedecer tus mandatos pues no siempre son fáciles de cumplir, pero quiero hacerte feliz y encontrar en ellos mi felicidad, de día y denoche meditaré tu palabra para saber lo qué es bueno y agradable a tus ojos. Amen"

"He visto al Señor y ha dicho esto." Jn 20,1.11-18

AL igual que María Magdalena nosotros estamos llamados a reproducir el mensaje que Jesús nos da a los que están alrededor nuestro. Cuando nos tomamos nuestro tiempo para orar, aún cuando es por tristeza, Dios nos habla, nos consuela y nos envía. No hay tiempo para lamentarse, hay que alegrarse porque Jesús está con el Padre que es suyo pero también es nuestro.
¿No les parece una excelente noticia como para quedarnos callados? El Rey del Universo es nuestro hermano y el Creador de todas las cosas es nuestro Padre. ¿Acaso hay alguien más importante que tú y que yo? Imposible. Esta alegría de ser hijos de Dios es lo que nos mueve cada día a ser mejores personas, para enorgullecer a nuestro Padre querido que tanto se preocupa por nosotros. Aún hay mucha gente por ahí haciendo todo tipo de locuras para llamar la atención , obtener fama y/o dinero para poder sentirse importantes cuando ya lo son. Nuestro deber es hacerles saber a la mayor cantidad de gente posible lo mucho que Dios los ama y lo importante que son para El.
Que el Señor nos dé palabras de profecía a cada uno para que anunciemos su palabra a tiempo a destiempo y con contratiempo, de modo que nadie que conozcamos se quede sin conocer la Buena Nueva.
"Señor, que ante los problemas de la vida no me quede sumergida en mi dolor sino que tenga siempre presente que tú estás vivo e intercediendo por mí ante el Padre, por tanto no debo estar triste sino gozarme en ti en todo momento, porque tu amor es mi fortaleza. Amen"

"¡Dichosos vuestros ojos, porque ven, y vuestros oídos, porque oyen!" Mt 13, 10-17

Cuando ponemos en práctica la palabra de Dios, nuestros ojos ven y nuestros oídos escuchan. Significa que se nos ha concedido conocer los secretos del reino, mucha gente no los conoce y tal vez no debería, pero es nuestra compasión por ellos lo que hace que Dios es abra los ojos y oídos.
No desfallezcamos en orar por aquellos que aún no entienden nada cuando es hablamos de Dios porque la misericordia del Señor es infinita. Hay muchas personas que pueden entrar al reino solo porque alguien los amó lo suficiente como para interceder por ellos constantemente.
Mantengamos nuestros ojos y oídos abiertos a la palabra de Dios para que podamos siempre saber qué debemos hacer en cada situación, saquemos un tiempo cada día para orar, en silencio y a solas, dejemos que Dios nos hable al oído para que podamos contar a los demás lo que El nos dice en secreto.
La salvación de mucha gente está en tus manos, con tu intercesión y con tu testimonio de vida, puedes ayudar a abrir el oído de multitudes.Oremos por aquellos que aún no ven ni escuchan.
"Amado, Señor, conozco tu misericordia porque la has tenido conmigo desde siempre, te pido por aquellas personas que aún no se han abierto a tu palabra,para que les abras los ojos y los oídos de la fe, de forma que se rindan ante ti y no se pierdan, especialmente por los miembros de mi familia y mis amigos.No permitas que ninguno de ellos se pierda.Amen "

"El que cumple la voluntad de mi Padre del cielo, ése es mi hermano, y mi hermana, y mi madre." Mt 12,46-50

Cuando cumplimos la voluntad del Padre entonces somos familiares de Jesús, herederos de sus promesas. Claro está que esta palabra lejos de disminuir a su madre, la reafirma, pues nadie cumplió la voluntad de Dios más que ella. Jesús quería enseñarnos a nosotros que la filiación divina es real cuando obramos con santidad.
La familia es y debe ser lo más importante luego de Dios en nuestras vidas, ellos te aceptan y quieren como eres, su amor es incondicional cuando los miembros son personas normales, claro.
Yo he aprendido con los años que ellos son los que siempre están contigo independientemente del tiempo o las circunstancias. Pido constantemente por aquellos que aún no conocen al Señor, para que puedan alcanzar la plenitud en Cristo.
Trabajemos por fortalecer nuestras familias para que todos y cada uno de sus miembros sean también parte de nuestra familia cristiana, aquella que permanecerá unida hasta la eternidad.
"Señor,quiero cumplir siempre tu voluntad, pues quiero actuar siempre como hija tuya que soy y que estés orgulloso de mí, te entrego a cada uno de los miembros de mi familia para que también los acojas como tus hijos por la sangre de Jesús. Amén"

"El Señor peleará por vosotros; vosotros esperad en silencio." Ex 14,5-18

Cuando las cosas van de mal en peor y no tenemos ya opciones para seguir, sólo hay una cosa por hacer y es confiar en Dios. Dejar que sea El quien tome las riendas y nos saque del embrollo. Esperar en silencio en el Señor fue el consejo de Moisés cuando el pueblo pensó que moriría en el desierto y comenzó a quejarse. Muchos de nosotros hacemos eso, damos un paso en fe y desde que vemos que se complican las cosas nos comenzamos a quejar de que Dios no nos la pone más fácil y muchas veces hasta volvemos para atrás y nos perdemos de una liberación milagrosa.
Recordemos que la virgen María sí calló y esperó cuando le anunciaron que tendría un hijo siendo soltera y sin conocer varón, sabía que podía costarle la vida, pero era lo que le pedía el Santo de Israel, por eso confió y recibió más de lo que podía imaginar.
Hoy, si tu situación no tiene salida, no te quejes, no permitas que el miedo decida por ti, vete a los pies del Santísimo y deja allí tus pesares, permite que la paz del Señor cubra tu corazón y continúa tu camino, confiado en que Dios tiene el control.
"Señor, tú eres mi poder y mi salvación. Contigo venceré ejércitos y sé que aunque las circunstancias parezcan en mi contra, siempre que actúe conforme a tu voluntad, saldré vencedor. Guardo silencio ante ti y espero tu accionar en mi favor. Amen"

" [...]no sabemos pedir lo que nos conviene, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos inefables." Rm 8,26-27

Muchas veces nos molestamos con Dios porque no responde a nuestras oraciones. Sin embargo, esto es una percepción nuestra, El siempre responde lo que pasa es que no siempre lo hace cómo nosotros queremos, El nunca nos dará nada que pueda hacernos perder el camino que El necesita que sigamos para nuestra salvación. Somos nosotros que no sabemos orar, que no sabemos pedir lo que realmente nos conviene, lo que nos dará alegría y gozo eternos.
Al pedir el Espíritu Santo antes de orar nos abrimos a pedir correctamente, aunque nuestras palabras pidan otra cosa, el Espíritu pide lo que verdaderamente necesitamos. Fíjense cuánto nos ama Dios que no permite siquiera que pidamos mal, porque El realmente quiere darnos todo para que vivamos en abundancia.
Debemos vivir rodeados de cizaña, eso significa que nos tropezaremos con gente que nos hará la vida más difícil, pero que no se turbe nuestro corazón y respondamos a ellos como lo haría el Señor, perdonándolos e intercediendo por ellos, así demostraremos que somos la buena semilla del reino de Dios.
"Padre mío, gracias porque me envías tu Santo Espíritu para que interceda por mis oraciones, estoy segura de que todas te llegan y las respondes oportunamente porque quieres lo mejor para mí, aunque no siempre yo sepa lo que es. Sigue cambiando mi corazón por uno que quiera lo mismo que tú para que dé los frutos de santidad que esperas de mí. Amen"

"Él dividió en dos partes el mar Rojo." Sal 135

El Padre nos ama tanto que hace prodigios grandes por nosotros. Al igual que con los israelitas El nos divide el mar Rojo para que podamos pasar por medio de él.
Cuántas personas han tenido una enfermedad incurable y han recibido el milagro de la sanación físicas. Cuántas han vivido con un pasado doloroso llenas de odio, miedos y ansiedades y el Señor los cura de sus dolencias emocionales y espirituales. Cuántas han vivido largos tiempos de dolor y desesperación ante dificultades de la vida y de repente han visto desvanecerse todas en el Nombre de Jesús.
Hay miles de estas personas que han visto la bondad del Señor, ellas han aprendido a esperar con paciencia el tiempo favorable, porque saben en quien han creído, en un Dios maravilloso que hace maravillas por ellos y los suyos. Yo soy una de esas personas y lo digo a toda voz, porque El me ha librado tantas veces que no puedo contar. Por eso puedo estar tranquila en medio de los problemas que tengo ahora porque sé que así mismo como lo hizo con el pueblo de Israel, El volverá a abrir el mar Rojo para que pueda cruzar y cante del otro lado el himno de victoria. Si tú te sientes que estás frente al mar Rojo hoy, llama al Señor, pídele que te ayude a pasar a través de la dificultad con la confianza de que saldrás victorioso de ella porque El lo hizo y lo puede hacer otra vez.
"Señor, creo en ti y en tu poder porque lo he visto actuar en mi vida y en la de los que me rodean, te presento mis necesidades para que me ayudes a vencerlas, no a esquivarlas, sino a pasar por medio de ellas en victoria para así dar testimonio de mi fe, pues nadie que ha confiado en ti ha quedado defraudado. Amen"

"Porque el Hijo del hombre es señor del sábado." Mt 12,1-8

El Señor no quiere que sigamos las reglas cuando hay una necesidad mayor a ellas. Discernir cuando sí y cuando no seguirlas está sujeto a la misericordia. Los discípulos tenían hambre así que violaron la ley del sábado para poder comer. Los fariseos pretendían que mejor pasaran hambre.
Muchas veces, nosotros actuamos así, permitimos que nos gobiernen los prejuicios, las reglas que nosotros mismos creamos y olvidamos que lo más importante el el amor y la misericordia.
Que el Señor ponga en nosotros el deseo de ayudar a pesar de que podamos ser criticados,a pesar de que tengamos que saltarnos el protocolo, que prime en nosotros el amor siempre y ante todo.
"Padre, ayúdame a diferenciar cuando debo seguir lo impuesto por los hombres y cuando no, permite que mi corazón este siempre abierto a las necesidades de los demás. Ayúdame a no criticar a áquel que ayuda al otro sin importar nada más. Amen"

"Cargad con mi yugo y aprended de mi, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso." Mt 11,28-30

El Señor una vez más nos llama a la mansedumbre y a la humildad. A dejar que El sea nuestro descanso independientemente de las circunstancias por las que estemos pasando.Mansedumbre es la virtud que modera la ira y sus efectos desordenados. Es una forma de templanza que evita todo movimiento desordenado de resentimiento por el comportamiento de otro. La humildad ser conscientes de nuestras limitaciones e insuficiencias y en actuar de acuerdo con tal conciencia.
Cuando tenemos estas dos cualidades, hallamos descanso en nuestra alma porque no sabemos controlar nuestras emociones y sabemos que Dios tiene el control.
Hoy, deja en manos del Padre todas tus ansiedades, tus miedos, tus problemas y enfermedades, permítele a El hacer por ti lo que no puedes lograr por ti mismo.
"Amado Dios, sé que las situaciones que vivo día a día son para formar en mí un carácter como el de tu Hijo, manso y humilde, que pueda yo buscar ejercitar estas cualidades en mí hasta quedar perfeccionadas, quiero aprender a descansar en ti. Amen"

"Te doy gracias, Padre,Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla "

Ayer curiosamente veía una serie de televisión donde los extraterrestres querían entender las emociones y cuando les hablaron del alma trataron de buscarla físicamente, algo imposible de hacer. Así mismo el evangelio, sus misterios y poder quedan ocultas a aquellas personas que quieren poner lógica a las cosas de Dios.
Los ateos piensan que nos inventamos a Dios para poder explicar todo aquello que no entendemos, porque no pueden entender que Dios es inexplicable, está en todas las cosas creadas porque El las creó, aún con el bing bang y la evolución, El es el primero y El último.
A Dios sólo se le puede vivir, no hay otra manera de explicarlo, las palabras son limitadas para describirlo. Sólo con la experiencia de El, se puede asimilar un poco de este Dios infinito, sólo el Hijo puede conocer al Padre, pues nuestra inteligencia es limitada y todo lo que conocemos de Dios es lo que el Espíritu Santo de Jesucristo nos ha revelado de El.
Seamos mansos y humildes para que podamos conocer más al Padre, porque es en la sencillez de nuestro corazón consciente de nuestras limitaciones que el Dios de lo imposible se revela y hace maravillas que nadie puede explicar.
"Oh, Dios, que admirable es tu Nombre en toda la tierra, quisiera explicarte pero me es imposible, sólo puedo hablar de lo que has hecho en mi vida y confiar en que ese sea suficiente testimonio de que existes para los que me rodean. ¡Te amo!Gracias por haberte revelado a mi.Que todo el mundo te pueda conocer. Amen"

"Yo soy un pobre malherido, Dios mío, tu salvación me levante." Sal 68,3.14.300-31.33-34

A veces todo parece ir según nuestros planes y estamos llenos de felicidad por las bendiciones que tenemos, pero de pronto, sucede algo que cambia nuestra sensación de bienestar. No se da el trabajo que pensamos que era nuestro, nos roban el vehículo, nos asaltan, perdemos a alguien de la familia, etc.
Sea cual sea la situación en la que estés hoy, recuerda que Dios está contigo, aunque parezca silente, aunque no puedas comprender cómo pudo permitir que nos pasara semejante situación, El tiene un propósito para todo.
Dios es el único que puede convertir tu fracaso en victoria, mira a Moisés, un niño destinado a morir,fue salvado por la hermana de Farón y criado en medio de quienes oprimían a su pueblo, terminó por asesinar a un egipcio. Sin embargo, el plan de Dios con Moisés era que fuera líder de su pueblo y lo liberara de la esclavitud.
Sólo acogiendo la voluntad de Dios en todo momento podemos entonces mirar atrás y comprender que cada situación difícil que El permitió en nuestras vidas era para liberarnos y ayudarnos a ser mejores personas, prepararnos para las bendiciones que vendrán después. Puedes estar seguro de que vendrán porque El es fiel.
"Amado, Señor, hoy no comprendo el por qué de lo que vivo en este momento, ayúdame a aceptar tu voluntad aunque me cueste comprenderla, pues sé que tú me amas y nunca permitirías que viviera algo de lo que no soy capaz de reponerme y levantarme aún mejor de lo que lo hice ayer. Abre mi corazón a tu presencia sanadora para que cure esta herida que hay en mí para que pueda ser dócil a tu voluntad que siempre es buena, agradable y perfecta. Amen"

" El que encuentre su vida la perderá, y el que pierda su vida por mí la encontrará." Mt 10,34-11,1

Jesús no anda buscando cualquier tipo de persona, sino personas que puedan tener claras sus prioridades. Personas cuya prioridad sea Jesucristo y no teman dejar cualquier cosa que se interponga entre El y nosotros.
Yo tuve muchos problemas con mis hermanos de mi comunidad que no querían entender que Jesús no es algo para poner en la agenda cuando nos sobra el tiempo sino que es la Agenda misma, es El quien define nuestras prioridades.
La manera en la que utilizamos el tiempo demuestra donde están nuestras prioridades, muchos no sacan tiempo para orar pero sí para ir al gimnasio o a cuanta fiesta se les presente. Otros no pueden ir a retiros porque el trabajo se los impide, pero sí se pueden ir de resort o de viaje por un tiempo similar. En lo económico también se demuestra, muchos no diezman porque no está en su presupuesto pero sí pueden ir a un cine, a un bar, conciertos y otras actividades donde gastan mucho más que un simple diez por ciento.
Pero lo importante no es lo que hacíamos con nuestro tiempo y dinero hasta ahora, lo importante es lo que podemos determinar hacer con ellos desde hoy. Examina tu vida, tus prioridades, tu agenda, tus finanzas y entregaselas al Señor, que sea El quien las guíe y quien las ponga en su lugar. Reconoce en lo que has fallado y cambialo. No es tiempo de lamentos sino de acciones correctivas y preventivas.
"Señor, mis deseos humanos me llevan muchas veces por caminos que no son los tuyos, pero desde hoy quiero que seas tú el número 1 en mi vida, mi prioridad 1A, porque sé que es la única manera de vivir en plenitud por siempre y para siempre. Amen"

"¡Dichosos vuestros ojos porque ven, y vuestros oídos porque oyen!" Mt 13,1-23

Acoger la palabra de Dios y dar fruto debe ser la meta de todo cristiano. Somos dichosos porque vemos lo que otros no ven y oímos lo que otros no escuchan. Sin embargo,lo más probable es que de vez en cuando nos tapemos los oídos y los ojos, porque no queremos asumir las consecuencias de ver y oír.
El Señor nos quiere sin miedo, nos quiere plenos y por eso quiere abrirnos el oído y los ojos para que demos fruto ya sea al treinta, sesenta o ciento por uno. El no nos pide que demos más de lo que podamos dar, pero nos pide que demos lo que podamos producir según nuestras capacidades.
Si Dios está de nuestra parte, quién podrá estar en contra nuestra, dejemos que su perfecto amor eche fuera el temor y sirvamosle sin reservas porque hay mucho que hacer para que este mundo cambie, hay muchas personas que necesitan ser consoladas, sanadas, acompañadas y sólo los que verdaderamente ven y escuchan pueden ofrecerle al mundo lo que en verdad necesita: Amor y compromiso.
"Señor, que mis ojos y mis oídos puedan siempre permanecer abiertos a tu palabra de forma que podamos dar fruto en ti en todo momento. Amen"

"Si uno se pone de mi parte ante los hombres, yo también me pondré de su parte ante mi Padre del cielo." Mt 10,24-33

¡Qué mejor respaldo que el de Jesucristo! ¡Qué mejor tierra que la vida eterna!
Nos afanamos de aquí para allá para satisfacer nuestras necesidades mundanas,pero andamos con miedo de decirle a los demás las cosas que hacen contrarias al reino de los cielos porque tememos las consecuencias de nuestros actos.
Recordemos el evangelio de hoy cada vez que tengamos la tentación de no cumplir lo que nos mandó Jesús, si nos ponemos de su parte, El intercederá por nosotros ante el Padre. ¿Acaso existe un poder más grande, que el del Padre? El es el dueño de todo cuánto existe, porque El lo creó todo y también puede destruirlo todo. El es el jefe a quien debemos rendir cuentas, El es quien puede acabar con nosotros en un segundo y llevarnos a la desesperación eterna. Entonces, ¿Por qué nos preocupa tanto lo que seres de carne y hueso puedan hacer o pensar de nosotros? ¿Pueden ellos darnos vida eterna, paz, libertad? Sólo Dios puede y sólo El basta.
Que nuestra vida de fe pueda alcanzar el nivel de José, que sin importar las desgracias que le pasaron fue capaz de servir al Señor y serle fiel en todo momento por lo que Dios lo recompensó con todo lo que necesitaba, especialmente con la capacidad de amar y perdonar sin medida.
"Amado Jesús, quiero ponerme de tu parte ante los hombres porque sé que sólo así alcanzaré mi mayor anhelo y es estar contigo, recuerdame que ante cualquier circunstancia tú y yo somos mayoría aplastante.Amen"

"...bien merece el obrero su sustento." Mt 10,7-15

El Señor conoce nuestras necesidades, las grandes y las pequeñas, El nos dará nuestro salario si somos obreros de su reino. Nuestro único deber en esta vida es propagar la buena nueva, traer esperanza a los que están desanimados, denunciar el pecado, hacer el bien siempre y en todo momento. En fin, vivir el evangelio, aunque parece una tarea difícil, es llevadera cuando lo hacemos en compañía del Espíritu Santo, cuando nos congregamos en una comunidad que nos acoge y nos apoya en nuestras necesidades.
El sustento que el Padre nosa da es espiritual, físico y emocional. Realmente se preocupa por nosotros, si hemos logrado sentir ese amor que El nos tiene, no nos queda más remedio que retornarlo a los demás; hay mucha gente todavía que no conoce de Dios y que puede cambiar su percepción de El a través de nuestra bondad, integridad y entrega.
Jesús quiere que seamos obreros, que seamos dependientes de El de forma que le dejemos a El las cuentas, El se encargará de todo si nos encargamos de sus cosas. Olvidate de tu enfermedad, de tu dolor, de tu problema, de tu escasez, levantate y vete a proclamar que Jesús está vivo y entonces tu sustento llegará,pues no hay mayor satisfacción para un siervo que cumplir la voluntad de aquel que lo amó a precio de su propia sangre.
"Amado, Señor, quiero servirte y proclamar que tú vives y que quieres que todos los hombres te conozcan y sean plenos. Que no me mueva el sustento que me quieres dar sino el amor que te tengo y me tienes. Si lo olvido, que me muevan tus afrentas y tu muerte.Amen"

"Él se retiró y lloró; después volvió a ellos." Gn 41,55-57;42,5-7.17-24a

La historia de José es una de las más hermosas que tiene la biblia. Ver como este chico tenía sueños de grandeza que le ganaron la envidia de sus hermanos quienes lo vendieron como esclavo, pero a pesar de todas las dificultades que pasó Dios no lo abandonó y le dió gloria y poder en Egipto. Sin embargo, cuando vió a sus hermanos no pudo evitar llorar, supongo que tenía muchos sentimientos encontrados. Deseo de vengarse, deseo de que pagaran por su crimen y él tenía el poder para hacerlo, pero era un hombre temeroso de Dios y amaba a su padre, sabía que le causaría gran pena si le hacía daño a uno de sus hijos. El no pagó con la misma moneda sino que fue capaz de perdonar a sus hermanos y comprender que tuvo que pasar todas las penurias que pasó para poderles salvar la vida en ese momento, De otro modo, probablemente hubiesen muerto todos de hambre.
El propósito de Dios cuando permite que las personas cercanas a nosotros nos traicionen es el mismo que tuvo con José, es formar en nosotros un corazón capaz de perdonar, porque El hace lo mismo con nosotros cada vez que le fallamos, por lo que quiere que nos parezcamos a El.
Hoy se celebra el santoral de María Goretti una joven que recibió 14 puñaladas al rehusar tener relaciones con un muchacho socio de su padre, pero ella que amaba la eucaristía con profunda devoción, no podría faltar a Dios de ninguna manera,las heridas eran mortales. Al llevarla al hospital, llaman al capellán para que la asista quien al confesarla le pide que perdone al chico que la ultimó y ella respondió:"Sí, lo perdono por el amor de Jesús, y quiero que él también venga conmigo al paraíso. Quiero que esté a mi lado... Que Dios lo perdone, porque yo ya lo he perdonado." Luego recibió la eucaristía y partió a la casa del padre al otro día.(http://www.aciprensa.com/testigosdefe/goretti.htm)
En verdad, espero que Dios ponga en nosotros la mitad siquiera de esta capacidad de amar y perdonar a los demás, porque es el mejor camino a la redención, fue el que siguió Cristo y al que estamos llamados todos los que queremos entrar al reino de los cielos.
"Amado mío, cuánto me cuesta perdonar a las personas que me hicieron daño, hoy quiero en tu Nombre recibir la gracia de hacerlo de corazón, de no negarles la oportunidad de resarcirse y amarles nuevamente con infinita confianza como solo tú lo harías. Recuerdame que amando es como tú nos perdonas. Amen"

"La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos; rogad, pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies." Mt 9,32-38

Siempre recuerdo estas palabras, cuando miro a los sacerdotes de las parroquias a las que voy, con tanto trabajo que no dan abasto. Han tenido que utilizar la ayuda de laicos comprometidos, aunque muchas veces no están tan comprometidos como debieran.
La realidad es que el trabajo apostólico no es atractivo para mucha gente, especialmente los jóvenes de hoy que ni siquiera consideran la vida consagrada como una opción. Los pocos que se atreven a entrar en un seminario se encuentran con miles de dificultades desde la oposición de sus padres (aún siendo buenos católicos), las limitaciones económicas, etc. y cada día son menos las postulantes a monjas.
Se nos viene encima una época de decadencia espiritual, qué pasará con nosotros cuando queramos confesarnos, casarnos, bautizarnos si no hay quien lo haga. Jesús nos da la solución: pidamos al Padre que nos aumente las vocaciones sacerdotales, que nos dé sacerdotes santos y laicos comprometidos que quieran trabajar para el reino de Dios con amor y entrega.
A parte de la oración nosotros podemos contribuir de diversas maneras: apoyando económicamente los seminarios, siendo generosos en las ofrendas, sirviendo en diversos ministerios para propagar el evangelio, mostrarles a nuestros hijos la vida consagrada como una opción de vida.
Oremos hoy por los sacerdotes,las personas consagradas y todos aquellos que trabajan de corazón para dar gloria a Dios.
"Señor, necesitamos más vocaciones sacerdotales,más religiosas, más laicos comprometidos. Envía tu Espíritu para que renueve la faz de la tierra y cada ser humano pueda recibir la buena nueva, hay muchas almas que aún no te conocen, que podamos todos contribuir para que todos sepan quien es el Santo de Israel y tengan vida eterna. Amen"

"Yo estoy contigo..." Gn 28,10-22a

Jesús nos repite esta promesa para que no la olvidemos, sentirnos solos es una cosa, pero estar solos es otra. Dios está contigo dondequiera que vayas, dondequiera que estés, por lo tanto aunque te sientas solo no estás solo. Cuando reparamos en esta verdad, nuestra percepción de ella cambia.
A mi me da mucha tranquilidad saber que Dios está conmigo, que sabe por qué lloro cuando veo una película triste, o cuando me entero de personas que sufren mucho por alguna enfermedad o circunstancia. La certeza de que Dios está conmigo cuando me va bien en la vida, cuando obtengo las cosas que le he pedido me llena de felicidad porque sé que si lo tengo es porque a El le ha complacido y es para mi bien.
Lo difícil es sentir que Dios está conmigo cuando las cosas no salen tan bien, cuando llevo años orando, pidiendo por algo y no se da, el entender que a veces Dios nos da como única respuesta el silencio y que de todas maneras está conmigo, es un verdadero reto para mi pero lo acepto con humildad porque sé que no será para siempre, ya otras veces he sentido su silencio y siempre a su debido tiempo he recibido sus respuestas que siempre son las que verdaderamente he necesitado.
Entonces, por qué desesperarme,por qué me voy a angustiar si en Dios he puesto mi esperanza, El es mi salvador y en El me gozaré porque está conmigo aunque yo no siempre esté con El.
"Gracias, Señor, por tu fidelidad, no tengo palabras para agradecerte tu presencia en mi vida, especialmente en los momentos donde nadie puede comprenderme. Gracias pro extender tu mano y levantarme cuando me caigo, gracias por levantar mis brazos cuando no pueden sostenerse, gracias porque has puesto en mi corazón un deseo grande de estar contigo también, ayúdame a que así sea. Amen"

"[...]mira a tu rey que viene a ti justo y victorioso; modesto y cabalgando en un asno[...]" Zc 9,9-10

Jesús, el rey del universo, fue humilde y no pretendió para sí ni oro ni poder de este mundo.Nosotros, al contrario, buscamos todos los bienes materiales, reconocimiento y poder que podamos conseguir. Queremos seguir a Jesús en la vida eterna, pero no en su forma de vivir. No es que esté mal querer tener bienestar sino anteponer a Jesús a esas cosas.
Hay personas que se pasan la vida pidiendo a Dios un buen empleo, pero cuando finalmente lo consiguen, se olvidan de El y no pueden buscarle porque el trabajo les consume demasiado tiempo. Otros evitan pagar impuestos para poder obtener mayores ganancias, explotan a sus empleados, etc. Al final aman al Señor sólo para lo que les conviene y olvidan que El puede ver lo que hay en nuestros corazones.
Cultivemos la humildad, la modestia, no querramos tener más de lo que realmente necesitamos, seamos justos y entonces tendremos la victoria que anhelamos, la que verdaderamente nos dará bendiciones sin fin,la presencia de Dios en nuestras vidas.
Hoy, miremos a Jesús, en su borrico, humilde, pero victorioso y pidamos parecernos más a El.
"Señor, qué difícil es ser modestos en estos tiempos donde lo único que importa es cuánto tienes, recuerdame que ni el valor de las personas ni su éxito se miden por la cantidad de posesiones o dinero que tengan sino en tenerte a ti, dueño y señor de todas las cosas. Amen."

"Su madre conservaba todo esto en su corazón. " Lc 2,41-51

Siempre he admirado la capacidad contemplativa de María, como ella guardaba en su corazón las acciones de este niño que ella no podía comprender pero que sabía venían de Dios.
María es para mi el ejemplo de cristiano más perfecto, nunca le falló a Dios aún cuando todo lo que le tocó vivir después de aceptar llevar su Hijo en su vientre, fue inseguridad, persecución, soledad. Qué difícil ha de haber sido para ella quedarse en Egipto donde probablemente no conocía a nadie y ni siquiera poder decidir hasta cuando se quedaría allí. Su peor momento fue por supuesto cuando tuvo que presenciar la horrible muerte de su Hijo, cuando tuvo que mirar su cuerpo desfigurado por la tortura sin poder hacer nada por El, cómo aceptar que su Hijo del que Gabriel le había dicho que sería un gran rey ahora yacía muerto entre sus brazos.Sin embargo, en vez de diluirse en la pena y renegar contra Dios, permaneció en oración junto a los apostóles.
Las escrituras no dicen mucho sobre esta mujer, pero lo poco que dicen es más que suficiente para saber que era una persona que no se dejaba abatir por las circunstancias, sino más bien guardaba silencio y esperaba en el Señor. Mientras más medito en ella, más me doy cuenta de que su actitud es la correcta, nunca una queja o palabra fuera de lugar, sólo confianza aún cuando la respuesta de Dios no parece ser la que esperaba.
Ahora ella está en el cielo, intercediendo por todos los que cumplen la voluntad de Dios, que también son hijos suyos a partir de que el Señor nos la entregó en la figura de Juan cuando le dijo:"Mujer he aquí a tu hijo, hijo he aquí a tu madre."
"Señor, Jesús, dame hoy un corazón como el de María, que siempre diga sí a tus mandatos sin importar las consecuencias, que siempre mantenga la calma en la adversidad pues confía en ti más que nada, que siempre ore y guarde en su corazón lo bueno, lo bello, lo santo, lo perfecto..aquello que agrada a Dios. Amen"

"Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso." Mt 11,25-30

El amor es un yugo fácil y una carga ligera, cuando amamos no hay sacrificio que duela hacer por el otro, por difícil que sea. Por eso hablan los poetas de que el amor es una divina locura.Ahora bien, más allá del amor romántico está el amor Agape, el que todo lo devora. Es el amor que debemos cultivar por la humanidad, por el planeta tierra, un amor capaz de consumir todo porque ama todo como a sí mismo y por tanto expresa amor a todo lo que le rodea.
Jesús murió por nosotros gracias a ese amor, el amor que siente el Padre por nosotros lo consumió de tal manera que aceptó una muerte horrible para salvarnos.No se resistió, no pidió nada a cambio, se comportó con humildad y mansedumbre por lo que recibió el Nombre sobre todo nombre.
Debemos aprender a amar como Jesús, no con sentimientos sino con nuestras acciones y decisiones.Entonces sentiremos que vamos ligeros aunque a los ojos de los que no creen la carga les parezca pesada y claro, no faltará quien nos tome por locos. El amor es una locura, pero una que viene del cielo, una locura que da vida y que dura por la eternidad.
"Señor, te entrego mi corazón rebelde y orgulloso para que lo cambies por uno manso y humilde como el de tu Hijo, enseñame a amar como tú me amas para que no sea mi ego quien guíe mis acciones sino tu amor,permite que pueda yo aprender todo de ti. Amen"