Cuando actuamos con temor a Dios El nos da su bendición. No es un temor de miedo por su castigo sino de respeto por amor a El. No ofender a un Padre tan bueno y amoroso debe ser la vara con la que midamos nuestras acciones.
Qué el Señor nos dé la gracia de hacer siempre su voluntad, porque cuando hacemos las cosas bien, contamos con el favor de Dios que nunca abandona a sus hijos, porque nadie nos ama como El ni nos cuidará mejor que El.
"Bendícenos, Señor, que te teman todos los pueblos y den gloria a tu Nombre. Amen"
No hay comentarios:
Publicar un comentario