Necesitamos aprender a amar como Jesús nos amó, hasta el extremo y sin condiciones. Nuestro amor humano es limitado, condicionado y egoísta. Sólo damos lo que esperamos recibir y nos molesta mucho el no ser correspondidos como queremos.
Amar como Dios nos ama significa que no importa lo que el amado haga, siempre estaremos dispuestos a perdonar sus faltas y olvidaremos lo que nos hizo. Significa que estaremos dispuestos a hacer grandes sacrificios por el amado.
Revisemos nuestra manera de amar a nuestra pareja, a nuestros amigos y familiares, descubramos las semillas de egoísmo que hay en nuestro amor y saquemos-las con la ayuda de Jesús para que se manifieste El en nosotros a plenitud.
"Amado mío, quiero aprender a amar a los demás como tú me amas a mí, enseñame Dios mío pues me cuesta darme sin pedir nada a cambio. Ayúdame a no confundir este amor con relaciones que no me convienen y que me degradan como ser humano sino a amarme primero de forma que en verdad ame al prójimo como a mí mismo. Amen"
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