Cuando cumplimos la voluntad del Padre entonces somos familiares de Jesús, herederos de sus promesas. Claro está que esta palabra lejos de disminuir a su madre, la reafirma, pues nadie cumplió la voluntad de Dios más que ella. Jesús quería enseñarnos a nosotros que la filiación divina es real cuando obramos con santidad.
La familia es y debe ser lo más importante luego de Dios en nuestras vidas, ellos te aceptan y quieren como eres, su amor es incondicional cuando los miembros son personas normales, claro.
Yo he aprendido con los años que ellos son los que siempre están contigo independientemente del tiempo o las circunstancias. Pido constantemente por aquellos que aún no conocen al Señor, para que puedan alcanzar la plenitud en Cristo.
Trabajemos por fortalecer nuestras familias para que todos y cada uno de sus miembros sean también parte de nuestra familia cristiana, aquella que permanecerá unida hasta la eternidad.
"Señor,quiero cumplir siempre tu voluntad, pues quiero actuar siempre como hija tuya que soy y que estés orgulloso de mí, te entrego a cada uno de los miembros de mi familia para que también los acojas como tus hijos por la sangre de Jesús. Amén"
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