El Señor una vez más nos llama a la mansedumbre y a la humildad. A dejar que El sea nuestro descanso independientemente de las circunstancias por las que estemos pasando.Mansedumbre es la virtud que modera la ira y sus efectos desordenados. Es una forma de templanza que evita todo movimiento desordenado de resentimiento por el comportamiento de otro. La humildad ser conscientes de nuestras limitaciones e insuficiencias y en actuar de acuerdo con tal conciencia.
Cuando tenemos estas dos cualidades, hallamos descanso en nuestra alma porque no sabemos controlar nuestras emociones y sabemos que Dios tiene el control.
Hoy, deja en manos del Padre todas tus ansiedades, tus miedos, tus problemas y enfermedades, permítele a El hacer por ti lo que no puedes lograr por ti mismo.
"Amado Dios, sé que las situaciones que vivo día a día son para formar en mí un carácter como el de tu Hijo, manso y humilde, que pueda yo buscar ejercitar estas cualidades en mí hasta quedar perfeccionadas, quiero aprender a descansar en ti. Amen"
No hay comentarios:
Publicar un comentario