El reino de Dios es el propósito de nuestras vidas, para lo que fuimos hechos con un alma eterna. Cuando nos encontramos con Cristo vivo cara a cara, todo lo demás pierde importancia y todo lo que hacemos es por El y para El.
Vender todo lo que se tiene para comprar el campo significa dejar atrás nuestro egoísmo, nuestra agenda y permitir que El sea el que tenga el control verdadero y total de nuestras vidas. Hay muchos que se dicen llamar cristianos pero en realidad solo dedican el tiempo que les sobra a las obras de Dios y su vida fuera de la Iglesia es exactamente igual que las de otras personas que no le conocen a El. Olvidan que esto no es cuestión de un día a la semana sino de cada instante y cada momento, son la cizaña en medio del trigo, metiéndose en todo sin colaborar en nada, se olvidan que aunque engañen al resto del mundo no pueden engañar a Dios.
Es tiempo de revisar nuestra vida y mirar si estamos vendiendo todo lo que tenemos para comprar el campo, no sólo diciendo que lo vamos comprar sino en verdad dejando todo atrás por el reino de lo cielos.
"Señor, dame la sabiduría necesaria para saber siempre actuar conforme a tu voluntad, mi deseo es vivir en tu reino y para eso debo aprender a actuar como Jesús siempre y en todo momento, esa es mi prioridad uno, pero necesito de una efusión constante de tu Santo Espíritu para llegar a mi meta. Amen"
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