En otras palabras, comprender algo pero no ponerlo en práctica, equivale a no
comprenderlo. El conocimiento y la comprensión sólo se interiorizan haciendo,
aplicando.
Qué poco sabemos de las cosas de Dios!!
Podemos decir que amamos a Dios sobre todas las cosas si ocupamos el 90% de nuestro tiempo en otras cosas?
Podemos decir que amamos al prójimo como a nosotros mismos si tenemos conflictos sin resolver con nuestros familiares, amigos o compañeros de trabajo?
Podemos decir realmente que honramos a nuestros padres si no les expresamos nuestro cariño y más bien los utilizamos sólo cuándo los necesitamos?
Podemos decir que no robamos si en algún momento utilizamos recursos ilegales, cds
quemados, películas pirateadas, tiempo y recursos del trabajo para nuestro propio
provecho afectando nuestra productividad?
Podemos decir que no deseamos los bienes ajenos y sentimos envidia por la bonanza de los demás?
Dónde realmente está nuestro corazon? Podemos decir que es en Dios si nos preocupamos más por ir a las fiestas, descansar o entreternos en cualquier otra cosa que en cumplir con los compromisos asumidos para Dios: orar todas las mañanas, ir a misa todos los domingos y fiestas de guardar, asistir a las actividades de la parroquia,
hacer realmente un cambio de vida, de acciones y actitudes...
Si Dios te viene a buscar hoy, si hoy es el día de tu juicio final, realmente crees que te irás con El?
Si la respuesta es no, comienza a actuar para cambiar porque más vale una vida de
miserias aquí en la tierra que toda una eternidad de infelicidad, tanto el cielo como el infierno son reales. Cada día que pasa estamos más cerca del final, no pierdas tiempo, acepta al Señor de verdad, permite que El transforme tu vida de dentro hacia fuera.
Abréle tu corazon!!
Jesús te ama y te espera...lo demás depende de ti y sólo de ti.
comprenderlo. El conocimiento y la comprensión sólo se interiorizan haciendo,
aplicando.
Qué poco sabemos de las cosas de Dios!!
Si nos escucharámos un momento cuando hablamos en algún retiro, cuando oramos,
cuando en la comunidad repasamos la catequesis. Cuántas hermosas palabras salen
de nuesta boca, cuántas intenciones sanas. Cuántas veces casi lloramos pidiéndo
perdón por no orar, por no poner al Señor en primer lugar en nuestras vidas y
sin embargo, día tras día hacemos lo mismo. No hemos tomado conciencia del peso
de nuestras palabras, no hemos reparado en que con ellas nos estamos condenando
una y otra vez pues hacemos todo lo contrario a lo que decimos.
cuando en la comunidad repasamos la catequesis. Cuántas hermosas palabras salen
de nuesta boca, cuántas intenciones sanas. Cuántas veces casi lloramos pidiéndo
perdón por no orar, por no poner al Señor en primer lugar en nuestras vidas y
sin embargo, día tras día hacemos lo mismo. No hemos tomado conciencia del peso
de nuestras palabras, no hemos reparado en que con ellas nos estamos condenando
una y otra vez pues hacemos todo lo contrario a lo que decimos.
Podemos decir que amamos a Dios sobre todas las cosas si ocupamos el 90% de nuestro tiempo en otras cosas?
Podemos decir que amamos al prójimo como a nosotros mismos si tenemos conflictos sin resolver con nuestros familiares, amigos o compañeros de trabajo?
Podemos decir realmente que honramos a nuestros padres si no les expresamos nuestro cariño y más bien los utilizamos sólo cuándo los necesitamos?
Podemos decir que no robamos si en algún momento utilizamos recursos ilegales, cds
quemados, películas pirateadas, tiempo y recursos del trabajo para nuestro propio
provecho afectando nuestra productividad?
Podemos decir que no deseamos los bienes ajenos y sentimos envidia por la bonanza de los demás?
Dónde realmente está nuestro corazon? Podemos decir que es en Dios si nos preocupamos más por ir a las fiestas, descansar o entreternos en cualquier otra cosa que en cumplir con los compromisos asumidos para Dios: orar todas las mañanas, ir a misa todos los domingos y fiestas de guardar, asistir a las actividades de la parroquia,
hacer realmente un cambio de vida, de acciones y actitudes...
Si Dios te viene a buscar hoy, si hoy es el día de tu juicio final, realmente crees que te irás con El?
Si la respuesta es no, comienza a actuar para cambiar porque más vale una vida de
miserias aquí en la tierra que toda una eternidad de infelicidad, tanto el cielo como el infierno son reales. Cada día que pasa estamos más cerca del final, no pierdas tiempo, acepta al Señor de verdad, permite que El transforme tu vida de dentro hacia fuera.
Abréle tu corazon!!
Jesús te ama y te espera...lo demás depende de ti y sólo de ti.