Me emocione hasta las lagrimas con aquellas palabras que le salian del corazon porque el ya tiene aqui unos 17 años, vino desde Africa y ahora va a estudiar, otro esfuerzo mas porque no es joven pero lo asume hermosamente.
Pienso en lo dificil que es para mi acatar las ordenes que no me agradan. Usualmente las pataleo un poco hasta que en oracion el Señor me hace ver que en la obediencia no hay equivocacion. Hasta ahora ha sido asi, he aprendido mucho de esas "peticiones" descabelladas de mis superiores pero es que cuando uno se ofrece al Señor, El obra maravillas.
" Padre bueno, ayudame a ser obediente a tus mandatos y a los de mis superiores, siempre que no vayan en contra del evangelio, dame la humildad para aceptar tus designios los entienda o no. Confiada estoy de que si vas conmigo saldre vencedora de cualquier batalla que me toque enfrentar. Solo di una palabra tuya y eso bastara. Amen."
(Acentos omitidos)
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