Si ante la insistencia de una viuda un hombre malvado le concedió lo que pedía para descansar de ella, cuánto más hará Dios por nosotros si somos constantes en nuestra oración. No descansemos de pedir lo que necesitamos pues nuestro Padre está pendiente de nuestras necesidades. Si la respuesta no llega inmediatamente puede ser que haya una lucha espiritual en medio de nuestra necesidad para que nos desesperemos y dudemos de Su providencia o que no sea el momento todavía.
La oración comunitaria tiene tanta fuerza porque son muchas voces gritando día y noche lo mismo. Aprovechemos el amor que Dios nos tiene y pidamos por la salvación de nuestro país, por la conversión de los líderes corruptos y de los delincuentes que amenazan la vida y los bienes que tanto esfuerzo cuesta conseguir a los ciudadanos trabajadores. Pidamos también porque renazca en nuestros corazones la caridad para ayudar a salir de la pobreza a tantos jóvenes que carecen de oportunidades y que eligen la delincuencia por pura desesperación.
En nuestra palabra, hay poder, oremos con fe. Dios nos está escuchando.
"Señor, sé que tus oídos están siempre atentos a la voz de mi súplica. Te pido por mi país que atraviesa un momento muy grande de crisis financiera y moral para que toques los corazones de los políticos para que gobiernen para y por el pueblo. Que los corruptos hagan como Zaqueo y devuelvan lo que han robado con intereses. Que los delincuentes que roban y matan se arrepientan y busquen el buen camino. Que este país sea un lugar de bendición donde haya paz y seguridad para todos. Amen."
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