"Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer."Lc 17,10

El reconocimiento por nuestro trabajo es algo que todos buscamos hoy en día, tener una buena posición, que todos digan lo bien que hacemos lo que hacemos, ser lo mejor en nuestra categoría...pero en el mundo espiritual eso es lo de menos, no hay más reconocimiento que el hecho de obtener la vida eterna, aunque no sé si se puede pedir algo mejor en la vida, el punto es que amar, respetarnos, ser fieles, servir, predicar, etc no es ningún motivo de orgullo ni de reconocimiento sino nuestro deber como cristianos.
Yo creé este blog porque necesitaba compartir con la mayor cantidad de personas posibles lo que Dios ha hecho en mi vida, porque me es imposible tener tan buenas noticias y no decírselo a nadie, ¿cómo dejar de hacerlo? Sería un desperdicio, a menudo recibo comentarios de mis amigos sobre lo que escribo y en verdad es bueno sentir que lo que haces ayuda, pero no es motivo para que mi ego se inunde, sólo siento la satisfacción de saber que estoy haciendo lo que tenía que hacer, no vino de mi sino de Dios que nos ama tanto que inspira tanto el querer como el hacer, no hay nada de qué enorgullecerse porque todo me ha sido dado, nada es mío, por tanto no merezco reconocimiento alguno sino Dios que es el dueño de estas palabras....

"Señor, perdoname si en algún momento he querido ser reconocido por hacer las cosas que tú me inspiras hacer, perdoname si no te he dado la gloria en ese mismo momento, quita en mi cualquier prepotencia o necesidad de reconocimiento, al contrario, dame un corazón agradecido porque me has dado la sabiduría, valentía y la creatividad de hacer lo que me mandaste, predicar el evangelio a toda criatura. Amen"