A veces siento que los problemas y dificultades no me dejan respirar. Justo cuando voy a tener un tiempo de tranquilidad llegan otras adversidades. Puede que me desajuste un poco, pero puedo decir que cada dificultad que llega a mi vida va transformando mi carácter y va haciendo de mí una persona más conforme al corazón de Dios.
Puedo decir con certeza que este camino de privaciones, humillaciones, enfermedades y dificultades me ha ayudado a confiar más en Dios, a enfocarme en lo que verdaderamente es importante y dejar las vanidades del mundo a un lado. Aún no estoy ni cerca de la perfección que Dios quiere pero voy en camino y por eso doy gracias al Señor porque definitivamente no me abandonó a mi suerte sino que ha permitido todo esto para salvación de mi alma.
"Señor, aunque a veces me revele en medio de las tormentas de mi vida, te agradezco que tengas la delicadeza de no ponerme fácil las cosas, porque sé que estás formando algo maravilloso de tu carácter en mí. Tú siempre has sido fiel y me has sacado a salvo de mis tribulaciones, que tenga esto siempre en mente cuando lleguen tiempos más difíciles donde no vea salida. Gracias por elegir para mí la puerta estrecha. Amen"
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