Jesús quiere tener un encuentro contigo, personal, quiere cenar contigo en la intimidad de tu hogar, de tu corazón. Pero sólo puede hacerlo si tú le abres la puerta y para que puedas abrirle tienes primero que sacar todo el sucio de tu casa, todos tus pecados. Si lo dejas entrar, no te arrepentirás como no lo he hecho yo ni todo aquel que le dió la oportunidad de incluirlo en su vida.
Antes de verle cara a cara yo vivía en un mundo vacío, donde lo importante era lo superficial, lo que se veía hacia afuera; estar en forma, tener ropa de marca,fiestas, bebidas, ser fashion,etc pero ninguna de estas cosas me llenaba y me sentía deprimida constantemente porque aunque fui educada en la fe, mi corazón no se había abierto por completo a Jesús. Vivía la fe a mi manera, la acomodaba a mi manera y era totalmente " católica light" donde el bien era relativo, osea todo lo que yo hacía estaba bien, chocara o no con el evangelio.
Hace unos 8 años que empecé a tomar en serio mi relación con Dios y El me ha cambiado totalmente, ahora no importa lo que tengo sino lo que soy, he estado en abundancia y en escasez, en ambas estoy conforme porque sé en quien he creído, cuando tengo dudas me acerco a su palabra, busco consejería a la luz del Espíritu Santo y cada día que pasa es una aventura para la gloria de Dios. Me va mejorando cada día, cambiando mi corazón de piedra por uno de carne y aunque me falta mucho por mejorar, sé que quien comenzó la obra en mi la perfeccionará hasta el día en que vuelva a buscarme.
Sólo faltas tú....
"Amado Jesús, te acepto como mi único Señor y Salvador, quiero dejar atrás mi vida de pecado y nacer de nuevo en Espíritu y en verdad para entrar contigo a tu reino, donde no hay llanto ni dolor, sino una eterna alegría alabando al Padre."
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