Hoy me quedo en silencio contemplandote en la cruz y dandote gracias por todo tu amor.Solo Tu me has amado hasta la muerte y en ella me has dado la vida.
Cierro con esta oracion de la espiritualidad ignaciana:
En esta tarde Cristo del Calvario vine a rogarte por mi carne enferma; pero, al verte, mis ojos van y vienen de tu cuerpo a mi cuerpo con verguenza. ¿Como quejarme de mis pies cansados, cuando veo los tuyos destrozados?¿Como mostrarte mis manos vacias, cuando las tuyas estan llenas de heridas?¿Como explicarte a ti mi soledad, cuando en la cruz alzado y solo estas? ¿Como explicarte que no tengo amor, cuando tienes rasgado el corazon?
Ahora ya no me acuerdo de nada, huyeron de mi todas mis dolencias. El impetu de ruego que traia se me ahoga en la boca pedigueña. Y solo pido no pedirte nada, estar aqui junto a tu imagen muerta, ir aprendiendo que el dolor es solo la llave santa de tu santa puerta. Amen.
(Acentos omitidos)
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