¿Cual es mi tesoro? ¿Mi trabajo, mi hija, mi esposo o mi dinero? Hay muchas cosas que pueden ocupar mi tiempo pero solo el Señor puede ser mi tesoro verdadero. Ese regalo de la gracia que me permite ponerle orden a todos mis afectos y a todos mis afanes. Porque si no quito los ojos de la meta puedo perdonar a mi pareja cuando me hiere, puedo amar a mi hija sin condiciones ni gritos, puedo trabajar sin que se me vaya la vida en ello, puedo tener finanzas sanas porque no vivo para conseguir dinero ni gasto mas de lo que gano. Cuando busco primero que nada a Dios, El me ayuda a tener relaciones interpersonales llenas de respeto y en libertad. El problema viene cuando me aparto de ese tesoro y me dejo llenar del mundo que me quiere llenar la cabeza con ideas de cuentos de hadas donde el matrimonio tiene que ser perfecto o si no hay que divorciarse, donde debes tener una salud completa para merecer vivir, ademas hay que trabajar casi 24 horas al dia para mantener un alto estilo de vida. Ser totalmente permisivo con el pecado porque los valores del mundo se han invertido para vivir una fantasia al estilo Hollywood.
¿Y es en serio que vas a romper tu matrimonio por una ridiculez cualquiera o vas a dejar que tus hijos se pierdan por no entablar una relacion de confianza y no tener tiempo de predicar con el ejemplo los verdaderos valores? Despierta, que el tiempo se acaba y hay mucho trabajo por hacer.
"Padre Amado, iluminame con tu luz para reconocer si el camino que voy andando es para darte gloria a ti o complacerme a mi. Ayudame a madurar en la fe y a hacer un esfuerzo consciente de cambiar mis vicios de personalidad, de ser mejor en todos los roles que me tocan desempeñar pero sin perder la vista de mi meta que es llegar a ti. Amen"
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