El Señor conoce nuestros corazones y por eso no lo podemos engañar. Muchas veces nos justificamos mediante obras o palabras bonitas para que los demas crean que llevamos una vida piadosa. Sin embargo, cuandoabrimos el oido a la Palabra de Dios nos damos cuenta de lo lejos que estamos de seguirle en Espiritu y verdad. Dios no quiere nuestras palabras ni obras si estas no son el fruto de un corazon que lo ama. El perdona nuestras flaquezas pero aolo cuando nos arrepentimos y hacemos el esfuerzo consciente de no volver a pecar.
Este camino no es facil, pero el Espiritu Santo siempre nos ayuda cuando lo invocamos de todo corazon.
"Señor, perdona mi dualidad, mi poca integridad y ayudame a reflejar en todo lo que pienso, siento, digo y hago que estoy siguiendote. Muestrame la senda y llevame a ti porque se que solo/a no puedo. Amen"
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