A pesar de que en cualquier misa podemos recibir sanación de cualquier mal físico y espiritual, aquellas donde se hace oración especial por los enfermos, suelen ser más fructíferas. Llenas de testimonios, estar en una es como volver a los tiempos en que Jesús estaba en su vida pública: devolviendo la vista a los ciegos, los mudos hablando, los cojos andando...
Hoy, después de un largo tiempo, volví a asistir a la eucaristía que se hace los días 8 para recordar al P. Emiliano y proclamar una vez más que Jesús está vivo, fue muy reconfortante para mi recordar que sólo debo extender mi mano, que El quiere sanarme.
Cuántas sanaciones realizó el Señor hoy, qué fácil es y además gratis, oremos para que cada día más personas se acerquen a El y puedan recibir consuelo y salud.
"Dichosos los que lloran porque serán consolados, esperamos en estas palabras porque son tuyas y se cumplirán, por eso hoy pedimos por todos los enfermos para que reciban el consuelo en su dolor, que recobren la salud física pero más importante que recobren la salud espiritual, la que los llevará a la vida eterna. Amen"
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