El matrimonio es sagrado por la sencilla razón que Dios lo dispuso así, tanto es así que lo definió como la transformación en una sola carne de varón y mujer. Esto es literal, aquí no caben dos personas del mismo sexo ni tampoco los suegros de los cónyuges o cualquier otra persona allegada a ellos...
Una sola carne significa que deben trabajar juntos por un mismo objetivo, nada puede ser más importante que el otro , nada puede estar por encima de esa unión, ni trabajo ni hijos... SOLO DIOS! Pero Dios no separa ni quiere la separación, al contrario, detesta el divorcio (Ver Mal 2:14-16) Por eso debemos cuidar nuestro matrimonio como el bien más preciado que tenemos porque agradamos a Dios cuando amamos a nuestro prójimo más próximo, nuestro cónyuge.
Ningún ser humano puede conocernos mejor que la persona que comparte nuestra cama , nuestros problemas, nuestra cotidianidad. Sin embargo, aquel ser que nos prometimos amar hasta que la muerte nos separe sin importar la circunstancia, muchas veces es la víctima más grande de nuestro egoísmo, le subestimamos, vemos sus defectos en vez de ver sus cualidades y recordar que tampoco somos perfectos, hablamos mal de esa persona delante de otros, como si al ponerle por debajo no estuviésemos rebajándonos nosotros también. No acabamos de entender que desde que decidimos firmar el papel que nos unía a ese ser, lo que a le falte a él, también es defecto nuestro, sumándole la falta de piedad por nuestro prójimo, lo que nos da mayor culpa.
Luchemos por la institución del matrimonio tal y como Dios la concibió, un lugar donde se le alaba con cada acto de amor que se tienen los esposos, un lugar de oración, de comunión con El, porque solo con El se puede dejar el ego y amar sin condiciones, sin Dios no hay verdadero matrimonio, porque el matrimonio es humanamente imposible, fue concebido en el cielo.
"Padre, perdón por permitir que mi matrimonio sea amenazado por mi naturaleza egoísta, por las veces en que he permitido que otras personas opinen mal de mi pareja en mi presencia y no lo he defendido, por las veces en que he pensado que es más fácil dejarlo todo y comenzar con otra persona y por las veces en que he sido infiel de cualquier otra manera. Te pido que renueves mi matrimonio con tu amor para poder amar a mi otra mitad como la amas tú, yo solo no sé cómo hacerlo, pero contigo voy a aprender lo que es en realidad el amor que todo lo puede. Amen"
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