La sabiduría es un don de Dios, otorgado a nosotros por el Espíritu Santo. Cuántos hombres analfabetos dicen verdades tan sencillas que solo pueden provenir de lo alto, cuántos problemas resueltos con una sencillez que nos asombra. Fue lo único que pidió Salomón cuando lo hicieron Rey de Israel, porque sólo con ella se puede conocer cuál es la mejor forma de actuar conforme a Dios en cada situación, esta sabiduría acompañó a Jesús a lo largo de sus conversaciones con los fariseos y sumos sacerdotes que no perdían ocasión para provocar en El alguna palabra que justificara su asesinato o encarcelamiento, Jesús sabía cómo no decir la verdad sin mentir, al formular otra pregunta que en sí tenía la respuesta, pero no podía comprenderse sin tener el corazón abierto a la respuesta.
Es en verdad un don maravilloso que debemos pedir constantemente a la hora de actuar y tomar decisiones.Cuando actuamos con sabiduría hacemos lo que a Dios le agrada de forma sencilla y concisa, si la sabiduría mora en nosotros difícilmente pecaremos. Dios nos promete darnos todas las cosas, pidamos el don de la sabiduría.
" Dame tu sabiduría, Señor, porque quiero saber cómo actuar conforme a tu voluntad en todo momento, quiero guiarme por ti y no por los hombres, responder cómo lo harías tú en todo momento."
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