He aquí una buena regla para saber de qué lado estamos; ¿Escuchamos la voz del Señor cuando nos pide algo o nos hacemos los desentendidos y hacemos lo que queremos nosotros? Lo que Jesús nos pide no siempre es fácil por eso muchos de sus discípulos le abandonaron porque no querían morir a sí mismos.
Los que reciben la vida eterna son los que escuchan su voz y le siguen donde El los llama sin importar las consecuencias. Parece difícil y lo es, pero no estamos solos en este caminar, El nos envía su Santo Espíritu para que podamos enfrentar las situaciones que se nos presenten con paz y fortaleza, nunca nos deja solos porque sabe que en nuestras propias fuerzas no podemos lograr nada. Como las ovejas, seguimos al pastor porque sabemos que El nos guía y que dio la vida por nosotros para que tengamos una vida abundante.
"Señor, quiero estar siempre en tu redil, pero si alguna vez me desvío; sal a buscarme para que no me pierda, dame tu fuerza para que siempre escuche tu voz porque eres el buen pastor y no permitirás nada en mi vida que no me traiga la vida eterna. Amen"
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