Marta acababa de perder a su hermano, creía que si Jesús hubiese estado allí no habría muerto y no tenía idea de que El podía resucitarlo ese mismo día, pero aún así su fe no se tambaleó. Cuando el Maestro le preguntó si creía en El , ella le respondió con toda sinceridad. Esta fe unida a la compasión de Jesús produjo un milagro que nadie se imaginó, la resurrección de Lázaro, que ya se estaba descomponiendo por el tiempo que tenía muerto. Para Dios no hay nada imposible y al mismo tiempo todo es posible para el que cree porque pone su confianza en Dios aún en la más difícil circumnstancia. No sé cuál sea tu situación en este momento, que tan muerta y hedionda pueda estar, deja que Jesús la resucite y llene de vida. Confía en El y El hará.
"Sí, Señor, yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que iba a venir al mundo."
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