A veces miro a mi alrededor y me da tanta tristeza ver que mucha de las personas de mi familia y amigos no caminan con el Señor, aunque lo lleven siempre en los labios. Por más amonestaciones y consejos que les haya dado no cambian su conducta y me duele porque los amo y quiero lo mejor para ellos. Ayer mi esposo me dijo que yo había influido más en él para mantenerse en el camino más de lo que él pudiese haber influido para alejarme de él y al leer este evangelio recordé esas palabras..me hizo preguntarme por qué a él sí y a los demás no. Le estuve dando vueltas en la cabeza hasta que me llegó la respuesta: cuando la mujer mete la levadura en la harina, no es tirarla y ya, sino que la mueve y la mueve HASTA que se fermente todo, el "truco" está en la perseverancia. Dios no se rindió ni se rendirá conmigo y yo debo hacer otro tanto con mi prójimo.
"Señor, dame las fuerzas que necesito para no desmayar en anunciar tu evangelio por todos los medios posibles, líbrame de sentirme infiferente ante la ignorancia de tu palabra, ayúdame a insistir a tiempo y a destiempo según sea tu voluntad." Amen
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