Dios quiere que todos los hombres se salven. Por esta razón utiliza las circunstancias para moldearnos, permitiendo que nos sucedan situaciones difíciles y forjar nuestro carácter.
Al barro se le dan muchas vueltas, se va desbaratando una y otra vez hasta que tiene la forma que desea el alfarero y luego de tener esa forma, pasa al fuego para endurecerlo de modo que no pierda su forma. Así mismo pasa con los cristianos que dejan que el Señor los guíe, vienen y van por enfermedades, escasez, traiciones,etc. hasta que ya han muerto a todos los vicios de personalidad que los llevan al pecado y entonces brilla su luz en medio de la oscuridad de este mundo.
No es placentero el proceso de crecer en la fe, pues el dolor es un paso necesario, tanto así que no hubo resurrección sin antes pasar por la cruz.Estamos llamados a tomar nuestras cruces y seguir a Jesús hacia nuestro calvario pero con la certeza de que El nos lleva de la mano, no estamos solos en este proceso porque en su infinita misericordia nos envió su Espíritu.
"Padre Amado, sigue moldeando mi vida como arcilla en tus manos, porque sé que aunque me duela es la única manera de irme transformando en la persona que tú visualizaste desde el vientre de mi madre, quiero alcanzar la plenitud de mi ser y sólo siguiendo tu camino puedo lograrlo. Gracias por haberme elegido para ser de los buenos pese a mis faltas, gracias por las dificultades que me ayudan a afianzar mi fe. Amen"
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