Los profetas de Dios han tenido en su mayoría un solo destino, la muerte. Su luz brilla tanto que los que están en la oscuridad no pueden tolerarla y piensan que pueden apagarla acabando con su cuerpo. No pueden comprender que los mensajes que Dios manda perduran para siempre.
Cuando defendemos el reino, sólo podemos esperar la salvación que nos viene de Dios, El nos libra de muchas maneras hasta que nos llega la hora de partir. Cuántos sacerdotes han sido asesinados por defender a los campesinos, por denunciar las malas obras del gobierno. Cuántos laicos también han perdido su vida en este mundo por defender el derecho de los pobres a un mundo mejor.
Pareciera que Dios duerme mientras su pueblo sufre, pero su sangre nunca es en vano. Debemos recordar que Jesús también aceptó una muerte horrible para salvarnos. No perdamos la perspectiva del cielo, de lo bueno que nos espera en la otra vida porque quien pierde la vida por Jesús ganará nueva vida en la eternidad.
"Señor, te pido por todas las personas que en este momento tienen su vida en riesgo por defender la justicia y la verdad para que los guardes de muertes violentas, pero que siempre se haga tu voluntad. Dame la fuerza y la valentía que se requieren para ser profeta de tu Nombre, recuerdame que estoy vivo sólo por ti y para ti. Amen "
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