Ambicionemos los bienes eternos pues no sabemos el día ni la hora en que el Padre nos llamará a su lado. Jesús nos prometió que si buscamos primero de su reino y su justicia lo demás llegará por añadidura.
En la actualidad somos esclavos de las cosas porque trabajamos para satisfacer nuestros deseos egoístas.Que podamos siempre identificar a Jesús en los más necesitados y así asegurarnos un tesoro celestial.
"Señor, a veces creo que lo que tengo viene de mi propio esfuerzo, olvido que fuiste tú quien me dio la fuerza para lograr mi posición actual. Mucha o poca riqueza la quiero poner a tu disposición. Guarda mi corazón del egoísmo y la avaricia. Amen"
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