"Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación." Mc 16,9-15

¡Jesús ha resucitado¡ Es una verdad demasiado hermosa para callarla. El mismo nos manda a gritarla a los cuatro vientos, que no quede nadie sin escuchar esta buena noticia. Por eso ha encendido el corazón de muchos hombres y mujeres para empacar sus cosas e irse de misión a los confines de la tierra. Muchos han muerto en lugares lejanos en manos de quienes no han acogido la palabra de Dios. Sin embargo, nadie ha podido parar a los cristianos de dejar de llevar su Palabra porque fue el mismo Jesús quien nos lo ordenó.

Yo no puedo irme de misión así que utilizo el Internet y todos los medios a mi disposición para aportar mi granito de arena a ese mandato de Jesús, lo hizo cuando resucitó pero hoy a ti y a mi nos sigue enviando, esa es nuestra misión en esta tierra, dar testimonio de que Cristo está vivo.

¿Cómo callar cuando podemos verlo presente cada día en nuestras vidas? Obrando de maneras que no podríamos percibir si no estuviéramos pendientes de El. Al igual que Pedro, no puedo menos de contar lo que he visto y oído. Yo soy testigo de su resurrección pues si no fuera por El, hoy no sentiría tanta alegría, tanta paz aún en medio de mis problemas. ¿Cómo no darles la clave de la felicidad? Sería muy egoísta de mi parte. He encontrado un tesoro y quiero compartirlo con ustedes, es Jesús, en cuyo Nombre glorioso tengo todo lo que necesito. ¿Ya lo tienes tú?

"Amado Jesús, quiero ser testigo tuyo,sé siempre mi guía para que pueda cumplir la misión que me has encomendado de predicar el evangelio a toda criatura. Que pueda ser el burrito que te llevaba el domingo de ramos, fuerte para cargarte y lo suficientemente humilde para que la gloria y el honor siempre te lo lleves tú. Amen"

"[...]no se nos ha dado otro nombre que pueda salvarnos."4,1-12

En este país y en el mundo escuchamos a los políticos que están en campaña hacer promesas como si ellos fueran la octava maravilla del mundo. La mayoría de éstas se quedan en palabras cuando suben al poder. Muchos tienen sed de poder, de hacerse ricos con los recursos del estado y se quieren presentar como "mesías" del pueblo, lo que hace falta para que se pueda salir hacia delante, como si no se pudieran ver sus obras anteriores...(Hello??)

Sólo hay uno que puede salvarnos, sólo hay uno en quien podemos poner nuestra esperanza ciegamente y sólo hay uno por El que vale la pena morir, Cristo Jesús. Quien no lo conoce está perdido, quien no lo ama no sabe lo que es el amor.

Hay muchos hombres y mujeres buenos en el mundo, haciendo las cosas bien para darle gloria a Dios, pero siempre podrán fallarnos ya que son seres humanos con defectos al igual que nosotros.

Confiemos en Jesús como nuestra única salida a todo lo que podamos enfrentar en la vida, porque sólo con su ayuda lograremos recibir la salvación eterna.

"Señor, los hombres pueden fallarme pero tú nunca lo harás, eres fiel a ti mismo y no puedes negarte a cumplir tus promesas, ayúdame a permanecer siempre tranquila sabiendo que tú tienes mi vida en tus manos. Amen"

"Paz a vosotros." Lc 24,35-48

Cuando Jesús se aparece a sus discípulos les da la paz, ellos asombrados por verlo, no pueden acallar su interior y recibirla. Se preguntan si lo que están viendo es cierto, no logran comprender las escrituras, no recuerdan nada de lo que El mismo les había dicho que debía suceder. No aceptan el milagro que están viendo, sino hasta que Jesús les abre el entendimiento.

A nosotros nos pasa lo mismo muchas veces, queremos comprender lo que nos pasa bueno y malo, no logramos recordar lo que dice Jesús en su palabra, todo lo que podemos hacer en su nombre, todo lo que tendremos que pasar por El, no reclamamos las bendiciones que nos pertenecen por ser hijos de Dios porque nuestro entendimiento está cerrado, vemos las cosas igual como los que no conocen al Cristo vivo.

Es tiempo de cambiar eso, de recibir la paz que Jesús nos da, no importa lo difícil de tu situación, lo que no puedes cambiar tú sólo lo puede hacer El, ¿Entonces por qué te turbas? Cálmate y acepta lo que la vida te ha traído hoy con la esperanza de saber que Cristo resucitó y está intercediendo por ti ante el Padre.
Hay muchas más bendiciones que males en tu vida, más razones por las que darle gloria de lo que piensas...Relájate y disfruta lo bueno que Dios te ha dado!!

"Jesús mío, a veces pierdo la tranquilidad aún con las bendiciones que me das, recuérdame que estás aquí conmigo y que debo mantener mi alma tranquila porque tú guardas en perfecta paz a aquél cuyo pensamiento en ti persevera. Amén"

" Y ellos contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan."Lc 24,13-35

Al igual que los dos discípulos de Jesús yo voy camino de Emaús, sólo que mi historia se repite cada mañana; con el ajetreo de levantarme, preparar a mi hija para el colegio, revisar los bultos, la comida, etc. muchas veces pierdo la tranquilidad que me da orar cuando me levanto. Voy camino a la misa agitada, pendiente del reloj, pero cuando entro al templo es como si entrara a otro mundo...

Con el último misterio del rosario (que es el que alcanzo) se va aquietando mi alma, luego rezamos la salve y recuerdo que tengo a mi querida madre celestial intercediendo por mí en todo momento, lentamente mi alma se aquieta. Luego recibimos al sacerdote que lee la reflexión del Rayito de luz (Revista católica mensual) y veo cómo aplicar a mi vida lo que dice, después al escuchar las lecturas mi corazón arde porque siento que esas palabras son para mí, para el exacto momento en el que me encuentro y para rematar todo este elixir de amor, llega la hora de la comunión. Cuando hago la fila para recibir el cuerpo de Cristo, le reconozco llamándome por mi nombre, diciéndome que no sea necia y que aprenda más de las escrituras, mis ojos se abren y mi corazón se deleita en la hostia sagrada, recordándome que en ese momento soy santa porque tengo a Cristo físicamente dentro de mí.

Luego nos dan la bendición y El desaparece, pero me queda la alegría de saber que ha resucitado y el deseo de venir a contarles lo que me ha sucedido.

"Jesús, mi corazón arde al escuchar tus palabras, quiero ser testigo vivo de tu resurrección, no quiero ni puedo callar tus maravillas, sigue obrando en mí para que yo disminuya y tu crezcas. Amén"

"He visto al Señor y ha dicho esto." Jn 20,11-18

He visto al Señor y ha dicho que el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob es mi Padre y es mi Dios.

Jesús está con El y me hizo un camino directo hacia el Padre, ya no hay que matar animales como expiación por mis pecados basta con que me arrepienta y hable con los que Jesús dio autoridad para perdonarlos, ya no tengo que decir muchas palabras para orar, basta con el Padrenuestro.

Jesús restableció la relación entre Dios y el hombre porque El es el cordero de Dios, El que quita el pecado del mundo. Somos dichosos porque hemos sido llamados a la mesa del Señor, a cenar con El, a compartir con El en unión fraterna por siempre y para siempre.

Siendo así, no hay más que hacer que no sea alegrarse, porque Jesús nos ha preparado un lugar junto al Padre, El intercede por nosotros en todo momento, para que la promesa llegue a nuestros hijos y sus hijos, y a todos los que el Señor quiera llamar a través de nosotros.

"Gracias, Señor, por enseñarnos al Padre, no como un Dios castigador y vengativo, sino como un Padre amoroso y protector, que tenga siempre la confianza de dirigirme a El con cariño y esperanza sabiendo que me ama y me cuida sobre todas las cosas creadas. Amen"

"Pues bien, Dios resucitó a este Jesús, de lo cual todos nosotros somos testigos." Hch 2,14.22-23

Somos los testigos de la resurrección de Jesús. La única manera de probarlo es con nuestra vida, con nuestra alegría, nuestra vocación de servicio, pero sobretodo con nuestra obediencia a lo que El quiere de nosotros.

Hoy, se anuncian cosas funestas sobre nuestra tierra, sobre el mundo y pareciera que no hay esperanza porque hay tanta gente haciendo el mal y tanto ruido al respecto que no se escucha la otra cara de la moneda.

Como el anuncio de Coca Cola, yo tengo muchas razones para creer en un mundo mejor, para saber que aún hay esperanza porque un beso hace menos ruido que una bomba, una oración tiene mucho más poder que una guerra. Hay mucho más bien en el mundo del que podemos imaginar; solo que no se anuncia en las noticias.

Alégrate, porque Dios hará grandes cosas en tu vida si le permites vivir a Jesús resucitado en tu corazón..

"Que nada te turbe, que nada te espante,Dios no se muda, la paciencia todo lo alcanza, quien a Dios tiene nada le falta, sólo Dios basta."

"[...]aspirad a los bienes de arriba, no a los de la tierra."Col 3,1-4

Esta es la era del conocimiento, de la tecnología, las telecomunicaciones, casi todo el mundo a mi alrededor tiene un blackberry que irónicamente les permite estar cerca de los que están lejos y lejos de los que están cerca, prefieren chatear que hablar contigo que estás de frente a ellos. Otros se meten en el mundo del narcotráfico porque quieren darse todos los lujos del mundo fácilmente en vez de trabajar por ello; Otros, que también quieren los lujos, se matan la vida trabajando doce, dieciocho horas diarias para poder vivir bien, sucede que cuando deberían disfrutar de su fortuna se lo tienen que gastar todo en medicinas por los males que se causaron al vivir para trabajar, o se lo gastan sus hijos que no tienen la menor intención de seguir sus pasos... Hay países que viven en guerra, cuyos ciudadanos viven con la incertidumbre de si van a morir en cualquier momento, otros que viven en extrema pobreza.

El contraste es muy grande, mucho avance, pero poco sentido común, mucha educación del intelecto, pero poca del alma. Educamos a las niñas para que no tengan que aguantarle nada a ningún hombre y luego se divorcian por cualquier disparate. Les enseñamos a nuestros hijos que lo importante es que tengan cosas y no que sean comprensivos y compasivos unos con otros. No que deben respetar a los mayores y amar a los demás...

Decimos que somos cristianos, pero ¿Vivimos como tales?

Hoy es tiempo de alegría porque recordamos lo que debemos tener vivo en nuestro corazón a cada minuto, pero no lo aplicamos, CRISTO RESUCITO, entonces ¿Para qué afanarnos por las cosas que no nos pueden salvar, que no llenan nuestro ser?

Busquemos primero el reino de Dios y todo lo demás vendrá por añadidura, busquemos vivir en la resurrección de Cristo, con la certeza de que el Padre nos ama y que Jesús nos acompaña en cada momento, por lo que no podemos seguir viviendo en esclavitud. Resucitemos hoy con El.

"Gracias, Padre, por enviar a Jesús a morir y resucitar por nosotros, hoy quiero empezar una vida nueva, con la alegría de sentirme salvada y perdonada, con la firme intención de buscar primero tu reino porque sé que lo demás será añadido, no hay por qué temer. Hoy sólo hay alegría en mi corazón, porque Cristo resucitó en mi por siempre y para siempre! Amén"

"Porque, si nuestra existencia está unida a él en una muerte como la suya, lo estará también en una resurrección como la suya." Rm 6,3-11

Hoy reina el silencio en nuestra Iglesia, hasta la vigilia pascual, simbolizando la muerte de Cristo, recordamos el sacrificio que nos dio la oportunidad de poder comunicarnos directamente con Dios, de poder acceder a su recinto santo. Un solo sacrificio, unido a nuestra vida, nos da la vida eterna. Somos los cirineos de Jesús tanto como El es el nuestro. En la medida que crecemos en la fe, nos quejamos menos, aceptamos los golpes de la vida en paz porque confiamos en quien las ha permitido. Dios no es quien nos envía los males, somos nosotros con nuestros pecados los que provocamos la mayoría de ellos, pero el Padre utiliza esas dificultades para moldear nuestro carácter, nos enseña a morir a nosotros mismos y sólo en la fe podemos seguir viviendo en paz, con alegría y esperanza en un mundo donde se venera a la muerte más que a la vida. A lo que debemos morir para estar con Cristo es exactamente a lo contrario de lo que nos ofrece el mundo, debemos morir a nuestro propio yo, renunciar muchas veces a nuestros derechos para conservar la paz, amar a quienes nos odian, a quienes deliberadamente nos hacen daño en cada oportunidad, defender a los que no pueden valerse por sí mismos, dar hasta que nos duela. Pareciera ilógico, pero la realidad es que nuestro reino, nuestra felicidad nunca será completa en esta vida, en este mundo no llegamos a entender el amor en forma plena si no vemos a Cristo porque El es el amor mismo, que se hizo carne para poder enseñarnos a amar. Si alguno cree que sabe amar y no lo hace como lo hizo Jesús, no ha entendido nada. Para resucitar con Cristo, debemos morir con El. Pidámosle a El que nos ayude a dejar atrás nuestro impulso de negarle, de abandonarle cuando más nos necesita, que podamos ser igual que Juan y María su madre, quienes al pie de la cruz miraban sin entender, pero con esperanza.

"Jesús, hoy quiero tener vida nueva en ti, quiero poner en tus manos todo aquello que me aleja de ti, todo lo que me hace actuar como fariseo, como maestro de la ley o como el resto de tus discípulos que te abandonaron en el peor momento de tu vida porque no pudieron comprender tus palabras, quiero que hoy te acuerdes de mí y me renueves de forma que resucite contigo de una vez y para siempre. Amén"

"Él, a pesar de ser Hijo, aprendió, sufriendo, a obedecer." Hb 4,14-16;5,7-9

Hoy recordamos el mayor sacrificio que alguien haya hecho por nosotros, la muerte de Jesús. Una historia de amor con final feliz, pero que tiene muchas espinas... Pues Jesús tuvo que elegir entre hacer su voluntad o hacer la del Padre, no fue una decisión fácil para El, sudó sangre de la angustia tan grande que sintió al ver cerca la hora de su pasión. El tenía la opción de huir, de alejarse de allí, incluso en la misma cruz, bien pudo bajarse de allí como le instaban a hacerlo quienes se burlaban de El. Sin embargo, El entendió que si su Padre que lo amaba tanto, permitía todo ese sufrimiento era por un fin mayor, El pudo ser glorificado porque no le puso condiciones al Padre sino que con gran humildad hizo lo que El le había mandado a hacer sin chistar.

Gracias a Jesús, tenemos una nueva vida, alcanzamos todos los que creamos y practiquemos su Palabra, la vida eterna. El asunto es que no es sólo alabando y diciendo que creemos en El, es obrando como El, es callando nuestro ego cuando nos insultan, es calmando nuestro instinto cuando queremos actuar con violencia, es perdonando, es amando en verdad y dejando atrás todo chisme, relajo, palabra y hasta pensamiento que no vaya acorde con los mandamientos. Preguntarnos en cada situación que se nos presente, ¿Qué haría Jesús si estuviera en mi lugar? La respuesta no siempre será fácil, pero es en obedecer esa respuesta que vamos santificándonos y perfeccionándonos hasta quedar en plena comunión con la Santísima Trinidad. Como decía el P. Emiliano:" En la obediencia no hay equivocación", no la hay porque a menos que te pidan pecar, debemos ser respetuosos de las jerarquías existentes y permitir con esto que nuestro ego se vaya moldeando a la manera de Jesús.

"Jesús, qué difícil es obedecer al Padre, también yo siento angustia de muerte en ciertos momentos cuando mi futuro se ve negro y lleno de dolor, pero me consuela saber que tus sufrimientos no fueron en vano, resucitaste y nos libraste a todos de la muerte, sólo te pido que me dés la fuerza para hacer lo mismo cuando me toque hacer cosas que me obliguen a negarme a mí mismo y a morir a mí, para que tu vivas en mí. Amen"

...os he dado ejemplo para que lo que yo he hecho con vosotros, vosotros también lo hagáis." Jn 13,1-15

Jesús predicó con el ejemplo y no dejó dudas de que se podía ser santo. El renunció a su condición divina para ser como nosotros, con las mismas debilidades y tentaciones, con la diferencia de que El supo dominar su yo, de forma que su actuar no ofendiera a Dios Padre.

El nos hace la misma invitación y si queremos ser verdaderos cristianos, debemos hacer lo que El hizo. ¿Qué hizo? Amó a todos hasta el extremo, hizo todo al revés de lo que cualquier líder de este mundo actuaría. Esa es la paradoja del liderazgo que nuestros "líderes" no entienden; para ser verdadero líder hay que servir y no ser servido; hay que sacrificarse por sus seguidores hasta el extremo de ser el último en todo. En el mundo, los reyes y presidentes reciben todas las atenciones habidas y por haber, gastan y comen en la cabeza de los pueblos, explotándolos descaradamente.

En nuestro país vemos como cada gobierno saca su parte sin importarle el bien del pueblo, como hay una ola de corrupción tan grande que hasta lo hemos empezado a ver como normal, cada partido que sube al poder es sólo un cambio de color y el pueblo sufre teniendo cada vez menos recursos para satisfacer sus necesidades más básicas. Lo peor es que muchos de estos políticos van a misa todos los domingos y quieren que los vean como muy serios. En los trabajos, vemos muchos "cristianos" explotando a sus empleados, pagando poco y tratándolos mal, incluso les descuentan el dinero de las ARS y AFP, pero no las pagan a las instituciones correspondientes.

Jesús nos recuerda que el camino a la grandeza es precisamente la humildad, porque nada de lo que hay en esta tierra es nuestro, todo nos ha sido dado y por eso debemos compartir nuestro bienestar con los demás, por eso debemos hacer lo que esté de nuestra parte para ayudar a sacar de la miseria a nuestros hermanos más pequeños. Dejar de lado nuestro egoísmo y servir a los demás, especialmente a los más cercanos, Jesús era Dios Hombre y lo hizo, entonces cómo podemos no hacerlo nosotros?

"Jesús, gracias por tu ejemplo de vida, la mayoría de nuestros "líderes" hacen lo contrario a ti, pero yo quiero seguirte y servir a los demás, amar hasta el extremo; te entrego mi egoísmo, mi falta de amor para que los transformes en los frutos de tu Santo Espíritu, que mi corazón sea igualito que el tuyo. Amen"

...porque me devora el celo de tu templo, y las afrentas con que te afrentan caen sobre mí. Sal 68.

"Ser fiel a Dios no está exento de pruebas difíciles, de calumnias, de soledad. Cuando lo buscamos de corazón, sencillamente chocamos con los demás y provocamos sus más bajos instintos contra nosotros porque cuando una luz brilla en la oscuridad, molesta a los que no están acostumbrados a ella.

Siempre habrá quien hable mal de alguien que ha decido seguir a Cristo, ya sea por su pasado pecaminoso o porque lo que encuentran prepotente, puritano, etc. Jeremías y los profetas no fueron la excepción, de hecho, en su mayoría los mataron, el pueblo que se decía escogido por Dios, no escuchó nunca a ningún profeta, aún así Dios fue fiel y les envió a su Hijo, también a El lo mataron.

Si estás tratando de ser luz y te acusan de ser oscuridad, no te preocupes por defenderte; al igual que Jeremías y Jesús, deja tu defensa en manos de Dios y El hará que todo caiga por su propio peso, El es la defensa de tu vida, da gracias por permitirle moldear tu corazón de esa manera y ora por quienes te persiguen para que seas perfeccionado a la manera de Jesús.

Si nadie te acusa, debes revisarte porque probablemente no estás haciéndolo del todo bien. Este camino, tiene espinas grandes y afiladas, nos clavan el corazón, nos hieren y duelen, pero nuestra esperanza no está en los hombres y sus aprecios limitados, sino en hacer lo que agrada al Señor. El celo de su templo, es lo que nos mueve a seguir hablando en Su Nombre, cueste lo que nos cueste, si tenemos que sufrir lo hacemos con gusto, porque sabemos en quien hemos confiado.

"Señor, muchos me critican y me han criticado porque trato de ser congruente con tu evangelio, porque no me he callado cuando han hecho algo malo y han caído sobre mi miles de insultos y malos tratos, me han abandonado muchos "hermanos" y "amigos", he sufrido por tu causa, pero te doy gracias porque me has dado fuerzas para seguir adelante, has moldeado mi corazón a través de los sufrimientos y privaciones, soy aún más feliz porque sé que si me afliges, es porque me amas. Amen"

"...te hago luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta el confín de la tierra." Is 49,1-6

¡Felicidades! Dios te ha escogido para ser luz de las naciones, para ser canal de bendición para todo aquel que esté a tu alrededor. El quiere que su salvación llegue a muchas personas a través de ti. El quiere que te reúnas con El cada día y decirte al oído lo mucho que te ama, lo mucho que quiere bendecirte, sanar tus heridas y sobretodo que seas feliz. Quiere llenarte de felicidad, pero sobretodo que sientas que te perdonó, que fuiste salvado por su Hijo Jesucristo, comprado a precio de sangre.

Aunque le has fallado, El te perdona, conoce tus debilidades, pero también conoce que las intenciones de tu corazón no son malas, simplemente no has luchado lo suficiente con la tentación, pero El puede ayudarte si lo dejas actuar en tu vida.

Dios quiere hablar a través tuyo a tu pareja, a tus familiares, amigos, compañeros de colegio, de universidad, de trabajo, a tus vecinos, en fin a todo el que te encuentres en el camino. Eres su vía para que su salvación llegue a los confines de la tierra. ¿Te animas?

"Padre mío, quiero que te glorifiques en mi como lo hiciste en Jesús, sé que no hay resurrección sin cruz, ayúdame a cargarla y a hacerla mi testimonio de vida para que tu luz brille a través de mi vida hacia los demás, que todos puedan conocerte a ti a través mío. Amen"

"..le ungió a Jesús los pies y se los enjugó con su cabellera. Y la casa se llenó de la fragancia del perfume." Jn 12,1-11

En esta semana recordamos el sacrificio que hizo Jesús en la cruz, meditamos en su pasión, muerte y resurrección. Es la más importante de la liturgia y para un cristiano católico.Así como lo hizo María, este es tiempo de ungirle los pies a Jesús.

Al besar sus pies, le decimos cuánto lo amamos y cuánto le agradecemos lo que El ha hecho por nosotros, es imposible no llorar al mismo tiempo pues las emociones se mezclan en nuestro interior; gracias Jesús por haberme salvado, gracias Jesús por haberme elegido para ser tu amiga, gracias Jesús por todo lo que has hecho por mi...

Es un río de alabanzas que sale de nuestro corazón hacia Jesús porque sabemos que si no fuera por El, nuestra vida sería un eterno vacío, sin sentido, con mucha ansiedad y tristeza. Ni siquiera habría razón para vivir, pero Jesús cambió todo eso en la cruz, porque nadie nos había amado tanto como para sufrir tanto por nosotros y la única forma de agradecerle es correspondiéndole con amor y obediencia.

"Hoy Jesús, quiero tomar mi perfume más caros y ungirte los pies, darte todo el honor, la honra, el poder, toda la alabanza y loor. Quiero bendecirte, exaltarte y hacerte sonreír. Te doy gracias por lo que has hecho en mi vida, por lo que estás haciendo y por lo que harás; también te alabo por todos aquellos que no saben alabarte, por los que no quieren hacerlo y por los que lo harán cuando te conozcan. Quiero, mi Señor, ser hoy y siempre toda tuya, por ti y para ti. A ti toda la gloria por los siglos de los siglos. Amen"

"¿No habéis podido velar una hora conmigo? Velad y orad para no caer en la tentación, pues el espíritu es decidido, pero la carne es débil".

Jesús les habló a los discípulos sobre la importancia de la oración para no caer en tentación, los discípulos no hicieron caso, se durmieron y cuando llegó la hora de probar su fe, no fueron capaces de resistir porque no tenían suficiente fuerza para hacerlo.

Honestamente creo que en la medida en la que profundizamos en los mares de la oración, que es un canal directo hacia Jesús, vamos madurando en nuestra forma de actuar con el otro; sin segundas intenciones, apartando nuestro ego; podemos realmente perdonar a los demás cuando nos ofenden, podemos hacer lo que podemos y hasta lo que no para ayudar a los demás, a todos aquellos que nos necesitan.

Me dirán que hay gente ayuda mucho y no ora, es cierto, pero las razones no siempre son las correctas, hay gente que lo hace no por amor al otro sino por amor a sí mismos porque se sienten mejores o tranquilizan sus conciencias con esas acciones o peor aún para que los demás los vean. La solidaridad tiene su sentido pleno cuando lo hacemos pensando en Jesús, en que cada persona que está a mi lado es un hermano pequeño de Jesús y por eso lo ayudo gustosamente.

Mientras más se ora, más ganas se tienen de orar, es ir al encuentro de un amigo y hablar sin parar de las cosas que ambos tienen en común, descargarse sus problemas o solo estar ahí uno al lado de otro, acompañándose mutuamente... ¿Quién no quiere ir donde lo esperan con ansias y le dan tanto amor?

"Señor, quiero orar más porque no quiero caer en ninguna tentación que se me presente, quiero estar a tu lado en todo momento, enséñame a orar, quiero sentir tu presencia en cada minuto que hablo contigo y sobretodo a escuchar lo que tienes que decirme. Amen"

"[...]anunciando que Jesús iba a morir por la nación; y no sólo por la nación, sino también para reunir a los hijos de Dios dispersos." Jn 11 45-57

Dios quiere que todos los seres humanos se salven, sin excepción, por eso envía a su hijo a morir por todos nosotros. La crucifixión de Jesús es el acto de amor más grande que pueda tener un Padre por sus hijos, sacrificar uno por el bien de todos los demás que ni siquiera lo merecen.

El plan de Dios se cumplirá, muchos hijos dispersos en el mundo y en las diferentes generaciones que han sucedido y antecedido este sacrificio, por eso Jesús venció la muerte y lo que parecía una tragedia, fue la mayor bendición para la humanidad.

Hoy agradecemos este sacrificio lo suficiente? Creo que no. Aún hay muchos hijos dispersos que pueden reunirse con nosotros si tan sólo les habláramos de este sacrificio, más que hablar que seamos el ejemplo perfecto de la felicidad de sabernos amados por Dios.

Recordemos que somos ahora los ojos, la boca y las manos de Jesús, busquemos a esas ovejas perdidas y rescatémoslas para El, porque El ya hizo su parte, nos toca a nosotros hacer la nuestra.

"Señor, quiero ayudarte a reunir a tus hijos dispersos, dame la fuerza de tu Espíritu Santo para poder anunciar tu buena nueva a todos aquellos que me rodean, sobretodo Señor, que pueda anunciarte sin palabras, con la humildad y mansedumbre de mi corazón y los signos de tu reino. Amen"

"Os he hecho ver muchas obras buenas por encargo de mi Padre: ¿por cuál de ellas me apedreáis?"Jn 10-31-42

Cuando era niña y veía las películas de Jesús en Semana Santa siempre lloraba y decía que si hubiese estado en ese tiempo no lo hubiera traicionado como hicieron la mayoría de sus amigos. No me cabía en la cabeza como era posible que personas que le habían conocido físicamente, comido con El, visto los milagros que hacía, escuchado sus palabras y sobretodo el ejemplo con El que predicó su verdad pudiese ser tan tonta y no entender lo que El les había advertido sobre su muerte y resurrección.

Ya crecí y puedo darme cuenta de que lo más probable sería igual que Pedro si me hubiese tocado vivir en su tiempo, aunque después me arrepintiese enormemente de lo cometido. La verdad es que cada vez que cometo pecado es como si tomara una piedra y se la pegara, ese pensamiento debería ser suficiente para no injuriarle más pero soy terca y continúo una y otra vez atropellando a mis hermanos ya sea con mi orgullo o con mi indiferencia. Por suerte Jesús me perdona una y otra vez y cada día se van espaciando las ofensas, confío que algún día deje de tirarle "piedras" y sólo lleguen a El mis buenas obras en agradecimiento a su paciencia conmigo.

No sé cuáles sean tus "piedras" tal vez ni te has dado cuenta, pero Jesús sí las conoce pídele que te las muestre y te ayude a irlas dejando caer hasta que no quede ninguna en tu mano.

"Jesús amigo, sé que te he apedreado innumerables veces con mis pecados, que hoy sea el inicio de mi santificación y pueda amarte más que a mí mismo actuando conforme a este amor. Cambia mis piedras por los dones de tu Santo Espíritu. Amén"

"Os aseguro: quien guarda mi palabra no sabrá lo que es morir para siempre." Jn 8,51-59

Las tradiciones eran parte importante del pueblo de Israel, de generación en generación se transmitían sus valores, sus creencias, sobretodo el orgullo de ser descendientes de Abraham, de ser herederos de una promesa que lo trascendió a él y les aseguraba el favor de Dios por ser el pueblo escogido. Sin embargo, la generación de Jesús no supo ver en El al Mesías anunciado por los profetas, no guardaron el pacto que hizo Dios con Abraham en la antigüedad.

Nosotros la mayoría de las veces hacemos lo mismo, tan ocupados en nuestros afanes no nos damos cuenta de que Jesús está en las pequeñas cosas, nos enfocamos en lo que nos falta y vivimos con tantos miedos de perder lo poco que tenemos, lo que tanto esfuerzo nos costó. Olvidamos que ya lo tenemos todo en Cristo, que todo nos ha sido dado y por tanto nada tenemos. Nuestra riqueza consiste en guardar la palabra que El nos ha dado, porque sólo así tendremos el mayor tesoro que ser humano pueda tener: la vida eterna.

Pensamos que seremos eternos aquí en la tierra y nos afanamos en conseguir dinero para luego cuando deberíamos disfrutarlo, tener que gastarlo todo en conseguir la salud. En el interin destruimos los dones más preciados: nuestros amigos, nuestra familia, perpetuando el ciclo generación tras generación hasta que como a los judíos quedamos tan vacíos y ciegos que no vemos a Jesús ni aunque lo tengamos de frente.

El hoy te está hablando, quiere que te lo tomes con más calma, que lo busques y te dejes sanar por El, que recuerdes que si buscas de su reino primero tendrás todo lo que necesitas y que si crees en El y lo obedeces no morirás para siempre.

"Quiero guardar tu palabra, Señor, me es fácil hacerlo cuando puedo sentirte cerca, pero cuando no, me pierdo en las cosas del mundo y no te reconozco aunque te vea, abre mis ojos espirituales para estar siempre pendiente de ti y de lo que quieres que haga para ti. Amen"

"Y si el Hijo os hace libres, seréis realmente libres." Jn8,31-42

En esta tierra la mayoría somos esclavos de alguna cosa, unos del trabajo, otros de sus relaciones, del dinero, adicciones, actitudes, etc. Los que queremos seguir a Jesús luchamos día a día con nuestra naturaleza para poder mantenernos limpios, sin embargo, fallamos múltiples veces. Jesús que conocía nuestras debilidades instituyó el sacramento de la confesión para continuar liberándonos de nuestras imperfecciones y permitir así una continua comunión con El.

La verdadera libertad es amar a Dios por sobre todas las cosas, porque nos permite mantenernos fieles a pesar de que las consecuencias puedan ser tan aterradoras como morir quemados porque nuestra convicción de que nos espera lo mejor es mayor que lo que podamos pasar en un momento.

Dios no siempre nos librará de las situaciones difíciles, muchos hombres y mujeres han muerto a causa de su fe, no quiere decir que El ame a unos más que a otros sino que sabe qué es lo que conviene en cada caso, aunque nos duela.

Pidámosle al Señor que nos libere de todas nuestras idolatrías e impurezas para que podamos ser libres de todo pecado, libres para amar...

"Señor, dame la fortaleza para dar testimonio de ti en todas las áreas de mi vida, recuérdame siempre que en la obediencia a ti no hay equivocación,liberame para poder ser realmente libre. Amen"

"Haz una serpiente venenosa y colócala en un estandarte: los mordidos de serpientes quedarán sanos al mirarla." Nm 21,4-9

Pareciera contradictorio que Dios ordenara a Moisés hacer una imagen para sanar a su pueblo, sin embargo, creo que quiere ministrarnos a través de esto, enseñarnos que el pecado no son las estatuas ni las imagenes, Dios puede utilizarlas para dar salud u otros favores, como vemos en distintas devociones en la actualidad, en nuestro caso la imagen de la Virgen de la Altagracia en Higüey. El problema es quedarse claro en que no es la imagen que tiene poder sino Dios mismo quien en su infinita misericordia actúa a través de un objeto inanimado por la fe de quien lo mira.

La serpiente en un estandarte nos recuerda a Cristo en la cruz, no puede haber amor igual, cuando miramos a la cruz recordamos cuánto nos ama Dios y si creemos somos salvados porque hacemos lo que le agrada al Padre y ya no estamos solos, sino en continúa comunión con la Santísima Trinidad.

Hoy, no importa cuán enfermo estés, cuánto hayas pecado contra Dios, mira a Jesús en la cruz y recuerda que El vino a morir por ti, para que tengas una nueva vida, nadie te ama como El, sonríe porque Dios te ama!!

"Señor, perdoname por quitar mi mirada de ti, cuando lo hago me comporto mal, haciendo caso omiso de tus mandamientos, pero cuando te miro y siento esa mirada tuya tan llena de amor, perdón y comprensión, vuelvo a la vida, que mis ojos y mi corazón queden mirándote eternamente. Amen"

Estudiáis las Escrituras pensando encontrar en ellas vida eterna; pues ellas están dando testimonio de mí, ¡y no queréis venir a mí para tener vida!

Muchos leemos la biblia casi a diario, creemos que sabemos mucho de la palabra de Dios pero nos olvidamos de lo más importante, llevarla en nuestro corazón de forma que vivamos conforme a ella. Jesús criticaba esta actitud de los judíos porque quería despertar en ellos el deseo de cambiar, pero su orgullo era más grande que su cuerpo. Es triste pensar que se perdieron el poder "tocar a Dios" hablar con El, comer con El, aprender de El, ver su rostro sonriente, enojado, triste, qué privilegio!!

Hoy Jesús también nos llama a que vayamos a El para tener vida, no vemos su semblante físicamente pero sí en cada hermano que está cerca tenemos la oportunidad de verle a El. Un estudio auténtico de las escrituras, una madurez en la fe, siempre nos llevará a la práctica de la caridad.

Somos, al igual que Juan luces que brillamos siempre que amemos y prediquemos la palabra de Dios, así es como damos testimonio de El, no es sólo orando o sólo actuando porque una cosa sin la otra es una pantalla con la que sólo nos engañamos nosotros mismos, a Dios no podemos ocultarle las basuras de nuestro corazón.

Mira en tu interior y revisa cómo puedes dar testimonio de Aquel que te envió a hacer discípulos suyos a todas la naciones...

"Quiero hoy, Jesús, dar testimonio de ti a través de mi vida, quiero cambiar todo lo que no te agrada, te entrego mis inseguridades, mi falta de fe, mi egoísmo, en fin todos mis pecados, lávalos y para que seas tú quien viva en mi. Amen "

"¿Es que puede una madre olvidarse de su criatura, no conmoverse por el hijo de sus entrañas?"Is 49,8-15

¡Cuánto nos ama Dios! No tiene intención de olvidarse de nosotros, aunque a veces nos parezca que ha sido así. Cuando no lo sentimos cerca es simplemente porque nos hemos alejado de El, casi siempre por alguna situación de pecado o por nuestra falta de perseverancia y calidad en la oración, cuando la realidad es que El siempre está cerca de nosotros, buscando la manera de que le miremos y encontremos paz.

Dios está ansioso por bendecirnos, quiere que le entreguemos nuestras cargas pero de verdad, entonces El podrá manifestarse en nuestras vidas. No le pongamos límites ni condiciones a un Dios que hace milagros de forma maravillosa, cuando todo parece perdido El abre una salida inesperada y sorprendente que solo con fe en El podremos llegar a ver.

Si hoy enfrentas una situación difícil, acéptala y entrégasela a El, permite que sea El quien dirija cada paso que des para salir victorioso de ella. Muchas veces el Padre permite los fracasos para trabajar nuestro carácter y enseñarnos a confiar más en El; los problemas nos hacen más fuertes en Cristo porque nos hacen mirarlo a El y dejar que sea El quien responda.

"Hoy, me siento abandonado de todos, Señor, pero sé que tú me tienes en tus brazos y eso me da fuerzas para seguir esperando y confiando en que tú me darás la sabiduría para salir victorioso de la situación que enfrento en este momento, sé que contigo todo lo puedo, fortalece mi espíritu para poder darte gloria aún en medio de la dificultad, porque tú nunca te olvidarías de mi. Amen"

"Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se remueve el agua; para cuando llego yo, otro se me ha adelantado." Jn 5,1-3.5-16

Muchas veces nos sentimos como el paralítico, sin mucha esperanza de que nuestros problemas se puedan resolver pues otros obtienen lo que tanto anhelamos. El recibió lo que deseaba y además un consejo, no peques más para que no te suceda algo peor. Su parálisis de alguna manera era consecuencia de sus pecados, muchas de las situaciones desagradables en las que estamos hoy son a causa de nuestro orgullo al no seguir algún consejo y tomar una mala decisión, o de hacer las cosas sin tomar en cuenta a Dios cuando El tenía otros planes para nosotros, los resultados han sido malos, nos sentimos derrotados, pero todo tiene solución en Jesús que quiere ayudarnos.

Jesús hoy quiere hacerte la misma pregunta a ti que le hizo al paralítico, no mires tus limitaciones sino a El que tiene poder para darte eso que tanto deseas, llenate de esperanza porque sin importar lo difícil de tu situación actual, para Dios no hay nada imposible, déjate guiar por El y cuando recibas lo que anhela tu corazón, dale gracias y síguele para que puedas mantenerte firme en las alturas.

Dios no te hizo para que ser un perdedor, ni estar enfermo ni triste, te creó para que con tu vida des testimonio de su bondad y su amor.

Sonríe, Dios extenderá su mano y te ayudará a meterte en la piscina...El es tu salvador!