Jesús predicó con el ejemplo y no dejó dudas de que se podía ser santo. El renunció a su condición divina para ser como nosotros, con las mismas debilidades y tentaciones, con la diferencia de que El supo dominar su yo, de forma que su actuar no ofendiera a Dios Padre.
El nos hace la misma invitación y si queremos ser verdaderos cristianos, debemos hacer lo que El hizo. ¿Qué hizo? Amó a todos hasta el extremo, hizo todo al revés de lo que cualquier líder de este mundo actuaría. Esa es la paradoja del liderazgo que nuestros "líderes" no entienden; para ser verdadero líder hay que servir y no ser servido; hay que sacrificarse por sus seguidores hasta el extremo de ser el último en todo. En el mundo, los reyes y presidentes reciben todas las atenciones habidas y por haber, gastan y comen en la cabeza de los pueblos, explotándolos descaradamente.
En nuestro país vemos como cada gobierno saca su parte sin importarle el bien del pueblo, como hay una ola de corrupción tan grande que hasta lo hemos empezado a ver como normal, cada partido que sube al poder es sólo un cambio de color y el pueblo sufre teniendo cada vez menos recursos para satisfacer sus necesidades más básicas. Lo peor es que muchos de estos políticos van a misa todos los domingos y quieren que los vean como muy serios. En los trabajos, vemos muchos "cristianos" explotando a sus empleados, pagando poco y tratándolos mal, incluso les descuentan el dinero de las ARS y AFP, pero no las pagan a las instituciones correspondientes.
Jesús nos recuerda que el camino a la grandeza es precisamente la humildad, porque nada de lo que hay en esta tierra es nuestro, todo nos ha sido dado y por eso debemos compartir nuestro bienestar con los demás, por eso debemos hacer lo que esté de nuestra parte para ayudar a sacar de la miseria a nuestros hermanos más pequeños. Dejar de lado nuestro egoísmo y servir a los demás, especialmente a los más cercanos, Jesús era Dios Hombre y lo hizo, entonces cómo podemos no hacerlo nosotros?
"Jesús, gracias por tu ejemplo de vida, la mayoría de nuestros "líderes" hacen lo contrario a ti, pero yo quiero seguirte y servir a los demás, amar hasta el extremo; te entrego mi egoísmo, mi falta de amor para que los transformes en los frutos de tu Santo Espíritu, que mi corazón sea igualito que el tuyo. Amen"
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