Todo el que busca a Dios de corazón, lo encuentra. El no le niega su Espíritu Santo a quien se lo pida, pues su mayor deseo es que todos se salven. Los apóstoles lo entendieron cuando Pedro les explicó por qué fue a casa de gentiles, algo que no les era permitido a los judíos.
La sed de Dios es la que hace que podamos levantarnos cada día y hacer lo que a El le agrada, cuando realmente entendemos esto, podemos compartir nuestra fe sin importar si somos católicos o cristianos. Tenemos diferentes costumbres, pero el mismo Dios.
Oremos hoy por la unidad de los cristianos, sin importar la denominación en la que se encuentren, que podamos enfocarnos siempre en lo que nos une y no en lo que nos separa.
"Amado Dios, gracias por mis hermanos en la fe que no pertenecen a mi amada Iglesia católica permite que sigamos compartiendo el deseo de buscarte con la ansiedad de quien anhela el agua, pues Tú eres el agua viva y te derramas en cada persona que te busca sinceramente. Que el Espíritu Santo nos congregue en la paz y en la unidad, por nuestro Señor Jesucristo. Amen"
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