¡Qué bueno es Jesús! El está siempre atento a nuestras necesidades y no se quedó con el poder para El solo sino que lo puso a nuestra disposición. El que crea en El podrá hacer obras aún mayores que las que El hizo, no habrá nada que el Padre le niegue porque Jesús mismo está intercediendo ante el Padre para que podamos obtener lo que pedimos.
¿Por qué no siempre obtenemos lo que pedimos? Pues la primera razón es porque no pedimos bien, nuestro ser está lleno de deseos egoístas y pecaminosos, si Jesús nos concediera esos deseos nos perderíamos y El nunca nos dará algo que no nos haga bien. Por eso al orar debemos pedir siempre la asistencia del Espíritu Santo para que El sea el encargado de pedir lo que realmente necesitamos. La otra razón es que si pedimos algo que está fuera de la voluntad de Dios tampoco nos llegará porque El tiene un orden divino para todo que no debe romperse.
Aún así, debemos seguir pidiendo con esperanza y confianza en nuestro Jesús que no nos defrauda nunca, siempre hay muchas gracias que nos llegan con solo orar con el corazón abierto. Es un Dios muy bueno que ha decido quedarse con nosotros a pesar de nuestra falta de confianza en El. Pidámosle que nos ayude a ser más fieles a su Palabra.
"Señor, quiero pedirte tantas cosas, pero no sé si me convienen, por eso vengo a ti para que seas Tú quien vaya modelando mi voluntad a la tuya, de forma que no pida lo que quiera yo sino lo que Tú deseas para mi. Permite que yo pueda tener tal confianza en ti que siempre lo que te pida en tu Nombre sea para tu gloria. Amen"
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