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lunes, 9 de mayo de 2011

"Trabajad, no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida eterna..." Jn 6, 22-29

¿Por qué razón buscas a Jesús? ¿Lo haces para que te cumpla alguna petición o por qué realmente quieres seguirle, cumplir sus mandamientos ? Al principio de mi relación con Jesús lo buscaba mayormente para que me resolviera la vida, El en su misericordia me daba siempre lo que le pedía, pero las pocas veces que me negaba algo yo hacía una pataleta grandísima y me enojaba mucho con El. Mi fe era muy infantil y no había madurado nada.
Según fui creciendo en compromiso con El, conociendo más a Jesús comprendí que mi misión no era trabajar por el pan que perece, por lo inmediato, por resolver mis problemas; mi deber era creer en El y en consecuencia trabajar por el reino de Dios, dar y no preocuparme por recibir porque el premio mayor que recibiré es estar a su lado para siempre.
La diferencia es muy grande ahora, me ha costado mucho sufrimiento ese cambio de actitud, me he ganado muchas injurias y los problemas no cesan; sin embargo, no cambiaría mi fe de ahora por la de ayer, donde todo era color de rosas, porque ahora siento más cerca a Jesús y es mejor su compañía que el favor de los hombres.
"Señor, gracias por ayudarme a crecer en la fe, navegando mar adentro en mi alma he encontrado la paz que necesito para esperar en ti, ayúdame a mantenerme firme en la prueba y feliz en los tiempos de bendición dándote siempre la gloria a ti. Amen"

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