[...]yo con el muchacho iré hasta allá para adorar, y después volveremos con vosotros." Gn 22,1-19

A veces Dios nos da algo que deseamos mucho, tanto que cuanto lo recibimos toda nuestra atención se vuelca sobre eso y lo endiosamos. Creo que eso era lo que Dios quería probar en Abraham, saber si idolatraba a su hijo. Sin embargo, Abraham que amaba a su hijo, el único que había concebido con su mujer, sabía que Dios estaba primero y que cumplía sus promesas siempre.
Que fe tan grande tenía Abraham que sabiendo que iba a sacrificar a su hijo por orden del Señor le dijo a sus criados que volverían con ellos, en plural. Su fe era inquebrantable y es el ejemplo a seguir por nosotros en un mundo donde no se puede confiar en nadie.
El premio para El fue su hijo sin daño alguno y la confirmación de que sería bendecido, multiplicado y recordado por todas las generaciones de creyentes.
"Padre mío, quiero ser más como tu siervo Abraham y seguirte sin dudar en todo lo que me mandes a hacer, por loco que me parezca, dame la fe que él tenía en ti y la perseverancia para esperar en tus promesas. Amen"

"Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo." Mt 16,13-19

Este reconocimiento llevó a Pedro y a Pablo a ser grandes apóstoles del Señor. Ellos sabían que servían a Dios por la acción del Espíritu Santo en sus vidas,de modo que no les importaron todas las dificultades que pasaron por predicar la palabra de Dios. Ambos fueron mártires pero sabían que su sufrimiento les ganaría algo mejor, la vida eterna. Ese es un tesoro más valioso que todo el oro, diamantes y demás bienes que se puedan encontrar en este mundo.
Que Dios ponga en nosotros el mismo ímpetu de estos hombres que dieron la vida por el evangelio, que podamos reconocer nuestras faltas y luchar el buen combate de la fe.
Pongamos los ojos en las cosas de arriba y no en las de la tierra, no nos apeguemos a lo que podamos conseguir aquí sino a lo que nos espera cuando nos llamen a la patria Celestial.
"Amado Dios, quiero ser como San Pedro y San Pablo, verdaderos discípulos tuyos, envíame tu Santo Espíritu para evangelizar con poder a todo el que se me acerque, para resistir a la tentación de negarte, para dejar de perseguirte a través de mis hermanos,para poder soportar los desprecios, cárceles, maltratos o cualquier otra dificultad que me toque vivir por amor a tu nombre. Amen"

"¡Señor, sálvanos, que nos hundimos!" Mt 8,23-27

Cuando las tormentas de nuestra vida parecen que van a destruir nuestra barca es normal que clamemos desesperados y asustados a Jesús para que nos salve. Sin embargo, El quiere que trabajemos en nuestra confianza en El, en entender que si Jesús está en nuestra barca no se hundirá.
Hasta podemos salvar la barca de otros con nuestra oración; el Señor es compasivo y misericordioso,estaba dispuesto a perdonar a ciudades como Sodoma y Gomorra por un pequeño grupo de justos, como no encontró, por la intercesión de Abraham salvó la vida de Lot.
Confía en Dios, no importa lo difícil de tu problema, El no permitirá que tu barca se hunda si le dejas a El el control. Recuerda sacar tiempo para pedir por los que amas, de modo que ellos también puedan salvarse, no temas insistir, para Dios no hay nada imposible.
"Señor, gracias por estar en mi barca porque sé que contigo en ella nada podrá hundirme, por fuerte que sople el viento. También quiero pedirte que tomes el control de la barca de mi familia, mis familiares y amigos, de modo que te den el control a ti y puedan llegar a buen puerto siempre. Amen"

"Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él." Jn 6,51-58

Cada vez que comulgo, recuerdo estas palabras y me siento como un sagrario vivo, porque en ese momento tengo a Jesús dentro de mi. El habita en mí y y yo en El. Es una experiencia muy profunda para quien puede vivirla a plenitud. Jesús dijo que su cuerpo era verdadera comida y su sangre verdadera bebida, no puedo entender como hay personas que no creen esto y dicen creer en Jesús si él dijo esto literalmente. En su última cena vuelve y lo reitera, nos exhorta a hacerlo en su memoria, entonces por qué no hacerlo diario.¿No agradaríamos más a nuestro Señor?
El jueves pasado celebramos Corpus Christi en señal de la importancia que tiene para nosotros el cuerpo de Cristo, Jesús Eucaristía, en la homilía el sacerdote decía que lo importante no era la adoración que hacíamos en determinados a Jesús Eucaristía sino consumirlo porque sólo así tendremos vida, así como el cuerpo se consume sino come alimentos, así nuestra alma se debilita cuando no participamos del banquete del Señor.
En la Eucaristía se celebra el misterio más grande que podamos presenciar, como un Dios tan grande y excelso se transforma en un pequeño pedazo de pan y un poco de vino y con esa pequeña ración, transforma nuestras vidas y nos va haciendo mejores personas.
Cada vez que comemos de este pan y bebemos de este cáliz anunciamos la muerte de Cristo hasta que vuelva. ¿Habrá un evangelio tan perfecto como la Eucaristía? Todos reunidos como hermanos, abrazándonos y comiendo del cuerpo de Cristo para tener vida eterna, dándole gracias por su gran amor.Sólo el Espíritu Santo puede hacernos entender las maravillas de este sacramento, si aún no lo has entendido, pide su luz, lee apocalipsis y vete a una misa; seguro que ya no la verás como un rito cualquiera sino como lo que es: un misterio de amor.
"Señor, tengo hambre y sed de ti, quiero que permanezcas en mí y yo en ti por medio de tu cuerpo y tu sangre, ven a mi corazón y embriagame de amor por ti de tal manera que busque yo siempre compartir los sagrados misterios de tu cuerpo y de tu sangre. Amen"

"Señor, si he alcanzado tu favor, no pases de largo junto a tu siervo." Gn 8,1-15

Fíjense cómo Abraham al reconocer la presencia del Señor lo único que le pide es que se quede con El un rato. El sabía que era Dio pero en vez de replicarle por su hijo que aún esperaba, se puso a servirle,envió a preparar comida y se la sirvió él mismo, no sus criados. Entonces el Señor le confirmó su promesa, dentro de un año tendría el hijo que tanto anhelaba.
Reflexiono en esto porque me doy cuenta de la mala calidad de mi oración, en vez de preguntarle a Dios qué puedo hacer por El, le pido y le pido que haga cosas por mi todo el tiempo. El nos prometió que si buscamos primero del reino de Dios, es decir, si trabajamos porque ese reino de Dios llegue a nosotros, El nos daría todo lo demás. Si lo hizo con Abraham también lo puede hacer por ti y por mi, hagamos lo que nos toca y dejemosle a El lo demás.
"Padre mío, quiero seguir el ejemplo del padre Abraham, quien confío en ti plenamente y en vez de quejarse cuando tarda tu respuesta, te sirvió, ayúdame a servirte primero y confiar en que tú me darás lo que anhela mi corazón en el momento indicado.Enseñame a adorarte en espíritu y verdad. Amen"

"...descargaron contra la casa; pero no se hundió, porque estaba cimentada sobre roca. " Mt 7-21,29

Es muy fácil confiar en el Señor cuando todo va bien y permanecer fiel cuando tenemos todo lo que necesitamos y nuestra vida está cómoda. La real prueba viene cuando hay escasez, problemas familiares o laborales, enfermedades, etc. pues es cuando comenzamos a dudar de Dios sin importar los milagros que haya hecho anteriormente en nuestras vidas.
El silencio de Dios es desesperante y hasta a Abrán se le olvidó la promesa que El le había hecho y se acostó con la esclava de su esposa para lograr tener el hijo anhelado. Desde entonces los ismaelitas han sido todo un problema para los demás, tal y como le dijo el ángel del Señor a Hagar todos contra él y él contra todos.
Cuando nuestra base no es firme tomamos las decisiones equivocadas, movidos por la desesperación del momento y olvidando lo que Dios ha prometido, pero cuando estamos cimentados en la roca eterna, lo primero que hacemos es orar y pedir discernimiento para actuar en todo conforme a El. Podremos equivocarnos pero volvemos al camino, a esperar en el Señor, Abrán lo hizo y obtuvo a Isaac.
Debemos comenzar a dar los pasos para madurar en la fe, buscar cumplir la voluntad de Dios incluso cuando no queremos hacerlo o cuando no vemos que El nos venga a ayudar,cuando no haya ninguna respuesta cercana pero sabemos que es lo que Dios espera de nosotros.
"Señor, me cuesta mucho no desesperarme ante mis dificultades cuando permaneces en silencio, quiero hacer las cosas a tu manera y no a la mía porque sé que al final tu camino es mejor que el mío, no quiero ser necio y hundirme por poner mi confianza en algo diferente a ti. Gracias por ser fiel y siempre cumplir tus promesas.Ayúdame a esperar siempre en ellas. Amen"

"Por sus frutos los conoceréis." Mt 7,15-20

¿Cuáles frutos son los que debe cosechar un profeta de Dios? Los del Espíritu Santo: Caridad,Gozo,Paz,Paciencia,Mansedumbre,Bondad,Benignidad,Longanimidad,Fe,Modestia, Templanza,Castidad. Son estas características que debemos buscar en el mensaje que alguien nos entrega departe de Dios.
Si queremos ser profetas como nos fue otorgado en el bautizmo, debemos pedir al Señor los dones que producen cada uno de estos frutos para poder reflejar la luz de Cristo y no nuestras tinieblas.
Tenemos la responsabilidad de mostrarle al mundo que Cristo está vivo, para eso necesitamos que nuestra vida sea un evangelio, es decir, que el Espíritu Santo nos llene de tal manera que actuemos según la voluntad de Dios en todo momento.
No somos perfectos, pero la fuerza de Dios se manifiesta en nuestra debilidad, a El no le importa lo que hayas hecho, le importa que te arrepientas de corazón.
"Señor, ayúdame a dar frutos de vida por tu Espíritu Santo, que pueda yo ser verdadero profeta, perdona las veces en que con mi actitud he alejado personas de ti en vez de acercarlas. Toma tú el control de mi vida para que pueda yo ser árbol de fruto abundante. Amen"

"¡Qué estrecha es la puerta y qué angosto el camino que lleva a la vida! Y pocos dan con ellos." Mt 7,6.12-14

¿A quién no le gusta el camino fácil? Tener que hacer mucho esfuerzo para lograr muy poco o casi nada es muy frustrante y por supuesto tampoco faltará quien se burle de nosotros. Pero como hijos de Dios, debemos ver más allá de lo que al corto plazo se presenta como la mejor opción. Muchas veces resulta en fracaso al final del camino. Los economistas dicen que cuando te presentan un negocio demasiado bueno para ser verdad en la mayoría de los casos no lo es.
No hay salida fácil con fina feliz, todo lo que en verdad vale la pena en esta vida cuesta trabajo, dedicación, tiempo y dinero: las relaciones interpersonales, cuidar el medio ambiente, la prosperidad, la salud. Sin embargo, la mayoría de nosotros no queremos pasar "trabajo" y nos quejamos muchísimo con Dios cuando no nos toca el camino fácil.
Hoy, El nos recuerda que si parece que no cabemos por la puerta, es porque hemos escogido el buen camino, el que lleva a la vida. Y si hemos escogido bien, no debemos preocuparnos porque el dueño de la vida está con nosotros en cada paso que damos y eso es lo único que importa.
"Amado Padre, cuántas veces me he enojado contigo porque me rodean las dificultades a pesar de todo el esfuerzo que hago en hacer las cosas bien, como tú me lo has pedido, ayúdame a sentir gozo en ellas porque significa que estoy entrando por la puerta estrecha y que este camino tan difícil es el que producirá en mi el carácter de tu Hijo para salvación de mi alma. Amen"

"No juzguéis y no os juzgarán..." Mt 7, 1-5

¿Quien en algún momento no ha hecho algún juicio errado sobre alguna persona? Me ha pasado y me he sentido muy mal. Ahora bien, cuando pasa al contrario, cuando quienes están en tela de juicio no son los demás sino nosotros, siempre hay miles de justificaciones para nuestra conducta y entendemos que no deberían ser tan duros con nosotros.
Sucede que el único que conoce los corazones, sus verdaderas intenciones, es Dios y por tanto sólo El tiene la capacidad de juzgar rectamente, sin embargo, El envió a su Hijo no para juzgar el mundo sino para salvarlo, lo único que tiene que hacer alguien es creer en la palabra de Cristo y el juicio sera evitado. Entonces, quienes somos nosotros para juzgar a los demás? Por más desagradable que nos parezca una persona debido a sus acciones, sólo Dios conoce exactamente quién es esa persona y por qué actuó de determinada manera.
Dejemos entonces los juicios a Dios y preocupémonos de nosotros, miremos en nuestro interior y pidamos perdón por nuestra falta de misericordia con el otro. Hagamos conciencia de que no somos perfectos y que por tanto debemos tolerar las imperfecciones de los demás.
"Amado,Señor, quiero pedirte perdón por las veces en que he juzgado a mis hermano, sobretodo cuando tengo tantas cosas que cambiar, ayúdame a guardar silencio en los comentarios desagradables que se hagan de una persona, recordar que tú también moriste por ella y que merece mi respeto aunque sea solo con el silencio. Amen"

"perdona nuestras culpas y pecados y tómanos como heredad tuya." Ex 34,4b-6.8-9

Dios es compasivo y misericordioso, tanto que envió a su único Hijo para salvarnos porque era la única manera de reconciliarnos con El. Somos un pueblo de cerviz dura, aunque vemos las maravillas de Dios diariamente seguimos con nuestras dudas, con nuestros miedos, con nuestro egoísmo, pero el Padre en su infinito amor siempre nos perdona por la sangre del cordero derramada en la cruz por nuestros pecados.

Nuestra respuesta a ese amor debe ser poner todo nuestro empeño en amarle, en creerle y hacer las cosas que El nos dijo que hiciéramos, por más difíciles que nos parezcan, si pedimos la ayuda del Espíritu Santo, no nos será negada y podremos actuar como lo que somos el pueblo de Dios, su heredad.

Ayer en el estadio Quisqueya se reunió ese pueblo de cerviz dura y Dios se glorificó en nosotros, en verdad les digo que los ángeles y los santos estaban unidos a nosotros en una sola voz proclamando:"!Santo, Santo, Santo es el Señor!

"Gracias, mi Dios, por seguir repartiendo tus dones en ministerios de música como el de la Hermana Glenda y Alfareros que con tanto amor entregan lo mejor de sí para que tú gloria se extienda, para que tanta gente pueda sentir el gran amor que sientes por tu pueblo. Sigue derramándote en cada uno de nosotros porque somos el pueblo que te ama. Amen"

"Por tanto, no os agobiéis por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio." Mt 6,24-34

Yo suelo ser una persona muy planificada, tengo agenda desde la adolescencia y me gusta mucho saber con tiempo cuáles serán mis actividades incluso el no hacer nada, es algo que planifico.

Detesto dejar las cosas para última hora y cuando me pasa me pongo histérica y ya se imaginarán que el ánimo se me pone color de hormiga, me dan ataques de ansiedad, etc. Con una niña de 3 años, planificarse es un poco difícil porque muchas veces ya voy saliendo para un sitio y hay que devolverse para llevarla al baño, o se le quedó algo y eso me pone mal, le pido a Dios que me ayude a dejar de ser tan rígida pero no es nada fácil para mí porque detesto llegar tarde o sentir que pierdo el tiempo con algo.

A pesar de todo este trajín, el Señor me demuestra que cuando busco de El, El se encarga de lo mío; hace par de semanas mi jefe convocó una reunión para un lunes, el viernes anterior en la mañana, los reportes que debía entregar me tomaban unas tres o cuatro horas para poder hacerlos ya que había tenido mucho trabajo y no los había avanzado como suelo hacer. No podía ir el sábado así que grabé los archivos base y me los traje a la casa pero no los pude trabajar porque la data resultó no ser confiable. El domingo tenía retiro el día completo así que me resigné a llegar temprano el Lunes y hacer lo que pudiera. El lunes llegué sólo hora y media antes de la reunión, pero pude terminar y hasta me sobraron quince minutos. Estaba tan feliz porque sentí que Dios cumplió en mi su promesa de que cuando buscamos primero el reino de Dios, El nos da lo demás por añadidura. Dios tiene el control, si se lo das, tú tiempo rendirá y mucho.

"Señor, enseñame a buscar siempre primero tu reino y su justicia para no andar siempre agobiado por lo que pasará mañana, sino hacer hoy lo que me corresponde y dejarte a ti el resto. Dame tu paz para que independientemente de lo que me pase pueda estar confiado en que Tú me sacarás adelante. Amen"

"Porque donde está tu tesoro, allí está tu corazón." Mt 6, 19-23

Muchos cristianos lo son sólo hasta que sus carteras se ven afectadas, dan lo mínimo de ofrendas, nunca pueden ayudar a otro porque según ellos nunca pueden, no confían en la providencia de Dios sino en lo que ellos mismos puedan ahorrar.

Tenemos que encontrar un equilibrio entre lo que tenemos y lo que necesitamos. Ser congruentes con ello, porque Dios no quiere que pasemos necesidad pero tampoco que acaparemos las bendiciones que El nos da.

Muchas empresas se glorían de su filosofía comunitaria pero las condiciones que les dan a sus propios empleados refleja el valor que realmente tiene el dinero para ellos. Quieren vender una imagen que no se refleja en sus prójimos más cercanos, los que hacen que ellos generen los millones que se meten al bolsillo.

Con la crisis mundial es normal que nos preocupemos de nuestro futuro, pero no debemos olvidar que tenemos un Padre Celestial que sabe lo que necesitamos y que nos prometió que si buscamos de su reino nada nos faltará.

Hoy mira tu alcancía, analiza tu actitud con el dinero y con tus posesiones; entrégale todo al Señor para que sea El quien dirija dónde y cómo darle uso a cada cosa que tienes, entonces tendrás un tesoro en el cielo que nadie podrá robar.

"Señor, quiero tener mi tesoro en ti, tú eres el bien más preciado que alguien pueda tener, ayúdame a sentirlo así desde el fondo de mi corazón y de mi bolsillo, que realmente lo que posea esté siempre al servicio de los demás para honra tuya. No permitas que me apegue a ningún bien en este mundo ya que en él todo es efímero.Amen"

"Por eso, cada vez que coméis de este pan y bebéis del cáliz, proclamáis la muerte del Señor, hasta que vuelva. " 1 Cor 11, 23-26

La Eucaristía es un evangelio viviente, dice San Pablo que cada vez que participamos de ella proclamamos la muerte del Señor, hasta que vuelva. Con más ánimo debemos de participar de ella y gozarnos en el alimento que no perece, porque la Eucaristía alimenta en físico y en alma. Muchas almas santas vivieron por años sólo con la hostia sagrada, todos los que creemos en su misterio maravilloso nos alimentamos espiritualmente tanto con la palabra que se comparte como con el pan y el vino que el mismo Jesús nos dice que comamos en su memoria.

Tengamos a Cristo presente en nuestros corazones asistamos a su fiesta, una que prepara diariamente para nosotros de manera especial, no hay ninguna que sea igual a la anterior y todas son hermosas en forma particular porque en todas se encuentra el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, la víctima perfecta que nos reconcilia con el Padre.

¨Amado Jesús, eres sacerdote eterno según el rito de Melquisedec, quiero compartir el pan y el vino que son bebida y comida de salvación, proclamar tu muerte hasta que vuelvas asisitiendo regularmente a tu fiesta, a tu Eucaristía. Pon en mi más amor por tus sagrados misterios para cumplir con alegría lo que me has encomendado. Amen¨

"...y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará." Mt 6, 1-6; 16-18

Jesús quiere que seamos perfectos y por tanto debemos hacer las cosas por convicción y no para cubrir las apariencias. Muchos de nosotros caemos en la tentación de querer parecer más buenos de la cuenta, porque una reputación impecable es algo preciado en nuestra sociedad. Pero cuando esta reputación es solo una farsa, solo nos engañamos a nosotros mismos.

A Dios no lo podemos engañar, El conoce odas nuestras miserias y todas nuestras cualidades, lo mejor de todo es que aún así nos ama y por eso siempre nos ofrece la oportunidad de cambiar; de hacer las cosas de otra manera.

Debemos analizar qué cosas hacemos para que la gente piense que somos esto o aquello y comenzar a sincerizarnos, de forma que si nos interesa ser lo que aparentamos realmente nos convirtamos en ello, pero no para que los hombres nos honren sino para dar gloria a Dios con lo que somos.

Cuando el Señor ve una actitud sincera en nosotros, se desborda en bendiciones, aunque para los hombres podamos pasar desapercibidos, la recompensa es aún mayor porque te la da El único que sabe exactamente cuál es el valor de las cosas, porque fue El quien las creó.

"Señor, quiero hoy olvidarme de lo que piensen los demás, no me gusta que me critiquen ni que me miren mal, pero más me importa lo que tú piensas de mi. Ayúdame a ser humilde y no buscar el reconocimiento de este mundo sino el tuyo que es el que me dará vida eterna, es tu recompensa la que quiero y no la de los hombres, no permitas que lo olvide nunca. Amén"

"Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto." Mt 5-43-48

Amar a nuestros enemigos no es nada fácil, pero es lo que quiere el Señor de nosotros y para lograrlo debemos estar llenos de su Santo Espíritu ya que un corazón netamente humano no podría nunca entender cómo alguien puede hacer eso, a veces me cuesta tanto entenderlo, pero cuando estoy a solas con Jesús y siento todo el amor que El tiene para mí y los demás, comprendo que El ve más allá de nosotros y sabe exactamente qué hay en nuestros corazones.
Los que seguimos a Jesús, seguimos siendo pecadores, es sólo que nos arrepentimos más a menudo, eso no significa que seamos hipócritas ni malos simplemente que somos humanos y dejamos que la carne nos gane. A medida que vamos madurando en la fe y permitiendo que esa relación con Jesús nos llene y nos cambie, vamos cambiando de actitud y podemos ver a los demás con los ojos de Jesús. El no ve al abusador sino al niño que fue abusado; No ve a una persona amargada sino a alguien que sufrió tanto en la vida y no le permitió sanarle...Realmente son dignos de amor, porque todos fueron creados por El y para El, es sólo que se perdieron en el camino y no tuvieron la gracia de encontrarle y hacerse amigos inseparables del único que puede cambiar su lamento en baile.

Hoy, piensa en cada una de esas personas que te han herido, trata de ponerte en sus zapatos por un momento, entender las circunstancias que pudieron llevarlos a ser las personas que hoy son, tal vez te sorprenda lo que puedas encontrar en este sencillo ejercicio, en todo caso pon a cada una en el regazo de Dios y deja que El se lleve tu dolor, tu rencor...que quede solo amor.

"Amado Jesús, quiero poner en tus manos mi corazón para que lo sanes de las heridas que me han causado (nombrar las personas) y que con tu gracia me ayudes a perdonarlos, más aún quiero llegar a amarlos como tú los amas porque solo así alcanzaré la perfección a la que me has llamado, sólo así tendré paz y nadie podrá hacerme ya daño porque el amor cubre todas las faltas. Amen"

"No hagáis frente al que os agravia." Mt 5, 38-42

Esta es la parte más difícil para mí de todo el evangelio, permanecer tranquilo cuando alguien está abusando de uno, de sus derechos. Sin embargo, el Señor nos pide que lo hagamos, que demos más de lo que nos piden aunque sea injustamente. Creo que quiere enseñarnos que lo importante no es lo que perdamos en este mundo sino lo que ganamos en el cielo. Debemos llegar a un estado de desprendimiento tal que no estemos apegados a nada de lo que podamos poseer en esta tierra.

Somos los pobres que tenemos todo, es decir, tenemos a Cristo y quien tiene a Cristo tiene al Padre, entonces, ¿Qué le puede faltar si el creador está de su lado?

Somos impostores porque la verdad que predicamos escandaliza al mundo y parece increíble aunque no lo es, la gente muchas veces se burla de nosotros y piensa que nos inventamos las cosas, sobretodo aquellas que decimos en palabra de conocimiento.

Sobretodo somos los afligidos siempre alegres, porque el gozo del Señor es nuestra fortaleza en medio de las dificultades que nunca nos faltarán porque somos ministros de Dios y quien elige a Dios se gana un enemigo, el Maligno que siempre querrá perdernos de una u otra forma.

El cristianismo es una forma de vivir en paz, de una manera que pocos experimentan verdaderamente, pero quienes lo logran pueden vivir radiantes de alegría con tan poca cosa, que muchos los consideran locos, pero que mejor locura que la del Señor y qué mayor escándalo que el de la cruz.

"Gracias, Señor, porque a pesar de lo difícil que pueda resultarme entregar lo poco que tengo, tú me ayudas a hacerlo por amor a tu Nombre, gracias por ir quitando de mí el apego a las cosas materiales, gracias por hacer crecer en mí el amor a tu reino que no es de este mundo, gracias por recordarme que debo permanecer en paz ante quien me agravia, dame tu Espíritu para poder hacerlo siempre. Amén."

"El Espíritu intercede con gemidos inefables" Rm 8:22-27

Gracias al Señor por la ayuda de su Santo Espíritu que viene en nuestra ayuda, a poner en nuestros labios aquello que no sabemos pedir como conviene, aquello que realmente necesitamos pedir y no siempre sabemos qué es. Es maravilloso para mi escuchar a las personas orar en lenguas porque en verdad parecen un coro de ángeles. Es un don que nos permite comunicarnos en ese lenguaje, hay que ser muy humilde para recibirlo y expresarlo porque es disponer tu lengua a hablar "disparates" cosas que no se entienden más que para Dios y aquellos que han recibido el don de interpretarlas. También es un don que puedes utilizar y parar cuando quieras, tienes el control de él, por eso cuando en la asamblea piden a los que oran en lenguas que lo hagan no es porque tengan un coro ensayado sino porque se usa a voluntad de la persona que tiene el don. Tampoco es una señal de santidad, el sujeto sigue siendo un hombre normal, sólo que permite que el Espíritu venga en su ayuda para adorar con el alma a Dios.

San Agustín habla del don de lenguas en el cántico de júbilo:

El júbilo es un sonido que indica la incapacidad de expresar lo que siente el corazón. Y este modo de cantar es el más adecuado cuando se trata del Dios inefable. Porque, si es inefable, no puede ser traducido en palabras. Y, si no puedes traducirlo en palabras y, por otra parte, no te es lícito callar, lo único que pueden es cantar con júbilo. De este modo, el corazón se alegra sin palabras y la inmensidad del gozo no se ve limitada por unos vocablos. Cantadle con maestría y con júbilo. (S.Agustín Salmo 32, sermón 1, 7-8: CCL 38, 253-354)

Deja que el Espíritu te inunde y atrévete a dejarle a El orar por ti.

"Amado, Jesús, quiero hoy recibir la promesa del Espíritu Santo, quiero tus dones, mi corazón está dispuesto y abierto para que tus siete dones se manifiesten en mi, tú sabes que los necesito para alcanzar la santidad, para amar a mis hermanos como tú me amas a mi. Amén"

"Id y proclamad que el reino de los cielos está cerca." Mt 10, 7-13

Nuestra misión está muy clara, el cómo lo vamos a lograr debemos averiguarlo según nuestros talentos e intereses. Pero Dios cuenta con nosotros, contigo y conmigo para que su Palabra sea anunciada a todas las naciones. El reino de los cielos está cerca, por eso nos dio el poder de echar demonios, sanar enfermos y resucitar muertos como señales de que El estará con nosotros, debemos volver a lo básico y pedir la fe que necesitamos para que estas señales nos acompañen, necesitamos los dones de su Santo Espíritu para poder ser cristianos auténticos.

Aprovechemos que hoy es la solemnidad de Pentecostés y pidamos recibir una efusión de Espíritu Santo tan grande que podamos al igual que Pedro convertir con una predica a más de tres mil hombres, porque la tierra está sedienta de su palabra, sólo que no se ha dado cuenta de que eso es lo que necesita.

"Señor, quiero ir y proclamar que tu reino está cerca, que de hecho ya está aquí, que hay que convertirse y creer en el evangelio, pero necesito de tu ayuda para hacerlo en espíritu y verdad, dame tu gracia y tus dones según los necesite para que todo el que me escuche pueda sentirte a ti a través de mis palabras y quede reconfortado y cercano a ti. Amen"

"Apacienta mis ovejas." Jn 21, 15-19

Jesús sabía que Pedro lo negaría, pero no le quitó la autoridad que le había dado sobre su Iglesia. Al contrario, conocía el dolor que Pedro sentía por haberle ofendido y por eso igual que las negaciones reafirmó su amor tres veces para sanarle interiormente. Tres veces le dio el mismo mandato, apacienta mis ovejas. Pedro era el pastor que Jesús había designado para guiar a sus discípulos, no era un hombre perfecto; pero sí era un hombre dispuesto y eso era todo lo que El necesitaba que fuese. Esta sucesión ha continuado por generaciones desde ese día hasta la actualidad con Benedicto XVI, han habido Papas corruptos, pero más los han habido santos y entregados a su ministerio. Son tan humanos como nosotros y por qué entonces exigirles la perfección? Jesús dijo una vez sobre los fariseos hagan lo que ellos dicen, pero no lo que hacen. ¿Les quitó con esto la autoridad que tenían los fariseos? No, sólo les advirtió de la congruencia de las palabras y las acciones. Yo tuve la dicha de crecer en la época del ponticipado de nuestro querido Juan Pablo II que hasta en la sonrisa se le veía la santidad, transmitía una paz maravillosa y lloré mucho cuando se nos fue, pero sé que está en mejores manos. Nuestro nuevo pastor es Benedicto XVI y me cuesta un poco no comparar su rostro con el dulce Juan Pablo II, pero lo importante es que cumpla la doctrina y que no nos envíe un mensaje contrario al evangelio, no me toca a mi juzgar porque sólo puedo juzgar las apariencias, dejo a Dios que lo haga porque sólo El puede mirar el corazón, a mí solo me toca la obediencia y orar constantemente para que al igual que a Pedro, a Juan Pablo II y a todos los demás que supieron hacer su trabajo, lo guíe el Espíritu Santo en todas sus decisiones y acciones.

"Padre Amado, quisiste dejarnos un pastor que nos dirija hacia Cristo, sé tú iluminando a nuestro Papa para que en todo momento sea santo como lo fue tu hijo Jesucristo en su caminar, como lo fue Pablo y todos los sucesores que dieron la vida por el evangelio. Dale salud, fortaleza,sabiduría y todos los dones de tu Santo Espíritu para que pueda apacentar tus ovejas y nosotras escuchemos su voz, porque es la tuya misma. Amen"

"No ruego que los retires del mundo, sino que los guardes del mal. "

Jesús no quería que viviéramos apartados de l mundo sino que en medio de la oscuridad que hay en el mundo seamos luz. Los discípulos de Jesús se distinguían por el amor que se tenían unos con otros, no por la ropa o por las costumbres. Muchas veces criticamos a las personas por qué no llevan la religión de la manera a la que nosotros queremos vivir: unos bailan, otros no; unos beben, otros no; unas mujeres sólo usan faldas, otras pueden usar pantalón; unas pueden alisarse el pelo, otras deben dejarlo natural...

Jesús pasó por lo mismo, el escrutinio público, le dijeron borrachín y goloso, pero El no dio importancia a las costumbres tanto como a la intención de hacer las cosas , no nos sirve de nada aparentar que somos perfectos llevando una vida supuestamente equilibrada sin "contaminarnos con el mundo" pero sólo de palabras y costumbres, sin realmente llevar esa pureza a nuestro corazón. Criticamos a nuestros hermanos y no logramos entender que sólo Dios conoce sus corazones y que debemos corregirlos mediante el amor y mediante nuestro ejemplo de entrega y de comprensión, con mucho respeto porque también ellos son hijos de Dios y no sabemos si a los que queremos corregir, en realidad están más cerca de Dios que nosotros mismos.

Estamos llamados a dar testimonio dentro de nuestra realidad, en el mismo trabajo que tenemos, con nuestra misma familia y amigos, Jesús mismo se irá encargando de quitar de nuestra vida lo que no conviene para nuestra salvación.

"Amado Dios, tú eres perfecto y puro, quiero ser como tú y ser guardada de todo mal, dentro de mi realidad, no caer en tentación sino más bien iluminar con la luz de tu verdad las tinieblas que me rodean. Amen"

"Yo te he glorificado sobre la tierra, he coronado la obra que me encomendaste." Jn 17,1-11a

He aquí nuestra misión, completar la obra que Dios nos encargó, darle gloria a través de nuestra vida en la forma que El eligió para nosotros que trabajemos por su reino. Encontrar esa obra es nuestra responsabilidad porque si no la llevamos a cabo no tendrá sentido nuestra vida, habrá un bache en el plan de Dios y no nos sentiremos plenos.

La obra que Dios te entrega está atada a ti, es decir, tiene que ver con lo que haces bien, pues El te da los talentos para que la cumplas, viniste al mundo para cumplir esa misión y por tanto viniste con las herramientas necesarias para lograrlo. Hay que dejar atrás el miedo y entender que lo que Dios puso en tu corazón se logrará sólo si tu estás dispuesto a pagar el precio, Pablo sabía que en cada ciudad que predicaba le esperaban toda clase de luchas y males, pero él no le daba importancia a su vida sino al resultado que sus palabras podían tener en tantas almas que andaban vagando sin conocer al Señor. Su propósito era más grande que él mismo, era el propósito que Dios había puesto en su corazón. ¿Cuál es el tuyo? ¿Cómo puedes glorificar al Padre a través de tu vida?

"Señor, quiero encontrar la misión que tú quieres que yo cumpla, ayúdame a escuchar tu voz para entender qué quieres que yo haga por ti, quiero glorificarte sobre la tierra, coronar la obra que tú me enconmendaste y lograr la plenitud en ti. Amen"

"En el mundo tendréis luchas; pero tened valor: yo he vencido al mundo." Jn 16,29-33

Está escrito, en este mundo tendremos luchas, problemas, dificultades, escasez, enemigos, etc pero no es motivo para desanimarnos porque Jesús venció todo eso. Jesús nos ama y nos da la herramienta que necesitamos para salir victoriosos como El, nos regala su Espíritu Santo y con El la misión de evangelizar a todos los que nos rodean.

Cuando damos testimonio de las maravillas que Dios ha hecho en nosotros, le damos esperanza al pueblo, hacemos que los demás quieran tener el tesoro que nosotros hemos descubierto y que es gratis, sólo hay que recibirlo.

Sin importar los problemas que tengas hoy, recuerda que son temporales, que debemos seguir el ejemplo de Aquel que fue como oveja al matadero y sin resistencia salió vencedor porque confió en Yavé de los ejércitos y su diestra le dio la victoria.

¿Te animas a que lo haga por ti también?

"Gracias, Jesús, por recordarnos que no importan las dificultades, no estamos solos y no quedaremos defraudados porque tu amor pudo más que la muerte y es tu amor el que nos sigue dando la fuerza para poder vivir en este mundo con esperanza y gozo. Amen!"

Apolo demostraba con la Escritura que Jesús es el Mesías. Hch 18,23-28

Hay escritores que me han encantado de los que he comprado y leído cada uno de sus libros. He llorado, he reído, he soñado a través de cada palabra que he leído, hasta he orado por ellos, porque me han hecho mucho bien y creo que se merecen sus respectivas bendiciones.

Sin embargo, muchas veces olvidé leer el libro más importante de todos, el que contiene todo lo que verdaderamente necesito leer y aplicar a mi vida para tener plenitud, alegría completa como dice Jesús. Siempre le he pedido a Dios el don de la sabiduría, creo que me lo ha concedido hace mucho, pero aún me falta bastante para desarrollarlo completamente y qué mejor forma de hacerlo que leyendo la biblia. No es sólo un libro con historias hermosas que me hacen llorar y reír sino que contiene a Dios mismo, Jesús palabra y una palabra que tiene poder en sí misma cuando se pronuncia con fe. El mejor conocimiento que se puede tener es el de Dios, el saber que Jesús es el Mesías, que hubo alguien que me amaba tanto que fue capaz de entregar su vida en una muerte horrible para salvarme a mí. A mí que no me lo merezco, pero aún así lo hizo y eso me da fuerzas para continuar en este camino del que me desvío cuando dejo que mi carácter se apodere de mi y no el de Jesús, pero que definitivamente no cambiaría por ningún otro con menos problemas y dificultades.

Es maravilloso poder conocer al Dios vivo, indagar en sus pensamientos, ver cómo se apasiona por un pueblo ingrato e infiel, como se enoja y vuelve a perdonarles una y otra vez. No es sólo la historia de Israel, es mi historia y la tuya también....

Hoy saca esa biblia que tienes guardada por ahí, desempólvala y léela, descubrirás que todo es posible para el que cree, que hay un Dios maravilloso esperando por ti en cada una de esas páginas, deja que el Espíritu Santo te guíe en el conocimiento del Señor. Atrévete a ir más allá y toma algún curso para aprender más de las escrituras, porque sólo así podrás demostrar con ellas que Jesús es el Mesías.

"Amado, Señor, quiero conocer cada detalle tuyo y quiero ser más constante en la lectura de tu palabra, ayúdame a enamorarme de ella cada día más para que cada palabra que pronuncies quede grabada en mi corazón y pueda ser yo fruto de ella. Amen"

SANTOS CARLOS LWANGA y COMPAÑEROS, mártires. (MEMORIA)

Durante los años 1885 a 1887, muchos cristianos sufrieron la muerte en Uganda, por orden del rey Mwanga, en odio a su religión; algunos de ellos servían en la misma corte real o eran adictos a la persona del rey. Entre ellos destacan Carlos Lwanga y sus veintiún compañeros, los cuales, con una adhesión inquebrantable a la fe católica, fueron decapitados unos, otros quemados, por el hecho de no haber querido someterse a los impúdicos deseos del rey.

"Señor, ayúdanos a ser capaces de entregar la vida si es necesario antes de negar nuestra fe."

"...vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría." Jn 16, 16-20"

Jesús nos da esperanza en medio de la adversidad. Sí, podemos ser golpeados a menudo por las dificultades y a veces pensamos que no podremos salir de ellas. Pero Jesús nos dice que esa tristeza se convertirá en alegría. Para que eso pase, lo único que tenemos que hacer es creer en El y guardar sus mandamientos pase lo que pase y cueste lo que cueste.

Con esta crisis es comprensible que haya personas tentadas a evadir impuestos y hacer negocios turbios porque es muy frustrante trabajar duro y que al fin de mes no quede nada, pero debemos ser capaces de ver más allá del momento presente y entender que la única bendición que enriquece es la que da Dios, es la única que no añade tristeza con ella y por tanto, por más atractivo que nos resulte faltar debemos respetar lo que Jesús nos manda porque al final nuestra paz vale más que el oro.

Si hoy enfrentas problemas financieros, tristeza, depresión, soledad acude a Jesús, El está pendiente de tus necesidades y te promete que lo que estás viviendo ahora se transformará en un canto de victoria, en alegría, en un gran testimonio de su amor. Alégrate porque el Señor hará grandes cosas!!

"Gracias, Jesús, por tus promesas, siempre me animas cuando siento que me fallan las fuerzas, sé que estás conmigo y no hay nada que necesite más que sentir que me llevas de la mano. Bendito seas por siempre , Señor!"