Hay escritores que me han encantado de los que he comprado y leído cada uno de sus libros. He llorado, he reído, he soñado a través de cada palabra que he leído, hasta he orado por ellos, porque me han hecho mucho bien y creo que se merecen sus respectivas bendiciones.
Sin embargo, muchas veces olvidé leer el libro más importante de todos, el que contiene todo lo que verdaderamente necesito leer y aplicar a mi vida para tener plenitud, alegría completa como dice Jesús. Siempre le he pedido a Dios el don de la sabiduría, creo que me lo ha concedido hace mucho, pero aún me falta bastante para desarrollarlo completamente y qué mejor forma de hacerlo que leyendo la biblia. No es sólo un libro con historias hermosas que me hacen llorar y reír sino que contiene a Dios mismo, Jesús palabra y una palabra que tiene poder en sí misma cuando se pronuncia con fe. El mejor conocimiento que se puede tener es el de Dios, el saber que Jesús es el Mesías, que hubo alguien que me amaba tanto que fue capaz de entregar su vida en una muerte horrible para salvarme a mí. A mí que no me lo merezco, pero aún así lo hizo y eso me da fuerzas para continuar en este camino del que me desvío cuando dejo que mi carácter se apodere de mi y no el de Jesús, pero que definitivamente no cambiaría por ningún otro con menos problemas y dificultades.
Es maravilloso poder conocer al Dios vivo, indagar en sus pensamientos, ver cómo se apasiona por un pueblo ingrato e infiel, como se enoja y vuelve a perdonarles una y otra vez. No es sólo la historia de Israel, es mi historia y la tuya también....
Hoy saca esa biblia que tienes guardada por ahí, desempólvala y léela, descubrirás que todo es posible para el que cree, que hay un Dios maravilloso esperando por ti en cada una de esas páginas, deja que el Espíritu Santo te guíe en el conocimiento del Señor. Atrévete a ir más allá y toma algún curso para aprender más de las escrituras, porque sólo así podrás demostrar con ellas que Jesús es el Mesías.
"Amado, Señor, quiero conocer cada detalle tuyo y quiero ser más constante en la lectura de tu palabra, ayúdame a enamorarme de ella cada día más para que cada palabra que pronuncies quede grabada en mi corazón y pueda ser yo fruto de ella. Amen"
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