Con esta crisis es comprensible que haya personas tentadas a evadir impuestos y hacer negocios turbios porque es muy frustrante trabajar duro y que al fin de mes no quede nada, pero debemos ser capaces de ver más allá del momento presente y entender que la única bendición que enriquece es la que da Dios, es la única que no añade tristeza con ella y por tanto, por más atractivo que nos resulte faltar debemos respetar lo que Jesús nos manda porque al final nuestra paz vale más que el oro.
Si hoy enfrentas problemas financieros, tristeza, depresión, soledad acude a Jesús, El está pendiente de tus necesidades y te promete que lo que estás viviendo ahora se transformará en un canto de victoria, en alegría, en un gran testimonio de su amor. Alégrate porque el Señor hará grandes cosas!!
"Gracias, Jesús, por tus promesas, siempre me animas cuando siento que me fallan las fuerzas, sé que estás conmigo y no hay nada que necesite más que sentir que me llevas de la mano. Bendito seas por siempre , Señor!"
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