Esta es la parte más difícil para mí de todo el evangelio, permanecer tranquilo cuando alguien está abusando de uno, de sus derechos. Sin embargo, el Señor nos pide que lo hagamos, que demos más de lo que nos piden aunque sea injustamente. Creo que quiere enseñarnos que lo importante no es lo que perdamos en este mundo sino lo que ganamos en el cielo. Debemos llegar a un estado de desprendimiento tal que no estemos apegados a nada de lo que podamos poseer en esta tierra.
Somos los pobres que tenemos todo, es decir, tenemos a Cristo y quien tiene a Cristo tiene al Padre, entonces, ¿Qué le puede faltar si el creador está de su lado?Somos impostores porque la verdad que predicamos escandaliza al mundo y parece increíble aunque no lo es, la gente muchas veces se burla de nosotros y piensa que nos inventamos las cosas, sobretodo aquellas que decimos en palabra de conocimiento.
Sobretodo somos los afligidos siempre alegres, porque el gozo del Señor es nuestra fortaleza en medio de las dificultades que nunca nos faltarán porque somos ministros de Dios y quien elige a Dios se gana un enemigo, el Maligno que siempre querrá perdernos de una u otra forma.
El cristianismo es una forma de vivir en paz, de una manera que pocos experimentan verdaderamente, pero quienes lo logran pueden vivir radiantes de alegría con tan poca cosa, que muchos los consideran locos, pero que mejor locura que la del Señor y qué mayor escándalo que el de la cruz.
"Gracias, Señor, porque a pesar de lo difícil que pueda resultarme entregar lo poco que tengo, tú me ayudas a hacerlo por amor a tu Nombre, gracias por ir quitando de mí el apego a las cosas materiales, gracias por hacer crecer en mí el amor a tu reino que no es de este mundo, gracias por recordarme que debo permanecer en paz ante quien me agravia, dame tu Espíritu para poder hacerlo siempre. Amén."
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