Cuando las tormentas de nuestra vida parecen que van a destruir nuestra barca es normal que clamemos desesperados y asustados a Jesús para que nos salve. Sin embargo, El quiere que trabajemos en nuestra confianza en El, en entender que si Jesús está en nuestra barca no se hundirá.
Hasta podemos salvar la barca de otros con nuestra oración; el Señor es compasivo y misericordioso,estaba dispuesto a perdonar a ciudades como Sodoma y Gomorra por un pequeño grupo de justos, como no encontró, por la intercesión de Abraham salvó la vida de Lot.
Confía en Dios, no importa lo difícil de tu problema, El no permitirá que tu barca se hunda si le dejas a El el control. Recuerda sacar tiempo para pedir por los que amas, de modo que ellos también puedan salvarse, no temas insistir, para Dios no hay nada imposible.
"Señor, gracias por estar en mi barca porque sé que contigo en ella nada podrá hundirme, por fuerte que sople el viento. También quiero pedirte que tomes el control de la barca de mi familia, mis familiares y amigos, de modo que te den el control a ti y puedan llegar a buen puerto siempre. Amen"
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