La misericordia del Señor no tiene fin, por eso desde antiguo anunció al Mesías a los israelitas. Su amor por nosotros es tan grande que permitió que persiguieran a los primeros cristianos para que pudieramos conocer el evangelio. Todo fue muy bien planificado para nuestra salvación.
Por eso no debemos preocuparnos por lo que nos pasa ya que Dios tiene el control, muchas veces utiliza las desgracias, enfermedades, escasez y muerte para nuestro crecimiento en la fe. El tiene el control perfecto de nuestras vidas y si somos inteligentes, sabremos permanecer fieles ante cualquier circunstancia que se nos presente pues si Dios está con nosotros sin duda que saldremos victoriosos y más fuertes de lo que eramos antes.
"Confío en tu misericordia, Señor, sé que en tu bondad infinita permites que tenga dificultades para que pueda seguir creciendo en ti, me acojo a tu misericordia para que no dejes que nada ni nadie me aparte de tu gracia.¡Gracias Señor por todo! Amen"
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