Dice el Señor que quien cree en El brotará de su interior ríos de agua viva, El es la fuente inagotable de bondad, verdad, salud y amor. Sólo en El halla descanso mi alma. Solo en El tiene sentido la vida. Ayer cuando fui a la parroquia sentí una presencia tan grande de Dios en mi corazón desde el momento en que pisé la entrada.
Mientras rezaba el rosario y luego en la Eucaristía era tal amor dentro de mí, que no pude dejar de llorar, no se puede explicar tanto amor pero en verdad era como una fuente cuando fluye, un río de alabanza y adoración dirigido al Señor porque no podía parar de darle gracias por tanto amor y por poco me quedo sin comulgar.
Sé que no merezco tanto amor, pero aún así lo recibo día a día, tal vez no como lo hice ayer, pero sí en todas las cosas que me pasan, en las personas que me rodean, en todo está la mano de Dios y por eso es que no puedo callarme y dejar de predicar que El está vivo, que vino para salvarnos y que caminar con Jesús hacia el Padre es la mejor y única manera de vivir en plenitud.
"Gracias, Señor, por llenar mis tinajas con tu amor, sabes que sin ti no tengo fuerzas para continuar, pero contigo todo lo puedo, pido por mis hermanos que aún no han sentido para que puedan comprender cuán ancho, largo, alto y profundo es tu amor, que sobrepasa todo entendimiento. Amen"
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